CREACIÓN DE PODCAST

Una checklist para hacer podcast

Algunas preguntas que propongo que te hagas para poner a prueba tu producción sonora y que sea original.

A quienes producimos nos gustan las listas. Lo que falta, lo que sobra, lo que hay que revisar. Acá va una más, que sirva a la hora de emprender el camino de producir un podcast. Lo que se busca es poner a prueba nuestra idea y la forma en que la estamos ejecutando. Que las cosas que incluyamos sean por haberlo decidido, a la vez que busquemos darle una vuelta creativa.

1. Escribir la idea en una línea

Pasar al papel qué es lo que quiero hacer. ¿Pude hacerlo o me fui por las ramas? Si la idea no se entiende, va a enredarse el proceso y el resultado. “Pero yo lo tengo en la cabeza”. No alcanza: al papel. Una propuesta de comienzo: “Un podcast/programa/pieza sonora sobre…”

2. Sinopsis

“Pero ya tengo la idea, lo que sigue sale solo”. Al papel: escribir la sinopsis. Qué pasa con lo que queremos contar. En tres líneas debo ser capaz de describir introducción, nudo y desenlace. Quizás te sirve hacer una frase por cada parte de la estructura narrativa. Una propuesta para comenzar: “La historia de….”. Si no es coherente, conciso y es enredado, podemos darnos cuenta de que en algún lado hay un problema.

3. Qué formato elegí

La forma que a priori tendrá la producción, ¿la tenemos clara? ¿Es un episodio o es una serie? ¿Tiene duración estimada? ¿Cómo preferiríamos que fuera? Anotarlo.

4. Narrador/a

¿Tiene narrador/a? ¿Por qué? ¿Me pregunté si puedo sacarlo? ¿Qué tipo de narrador es? ¿Tiene una personalidad, un estilo, un latiguillo? ¿Es locutor/a o es una voz común? De nuevo, a veces son preguntas que ni nos hacemos: un podcast sale con fritas (narrador). Hacerte la pregunta te abre un espectro nuevo de ideas, además que justifica tus decisiones.

5. ¿Puedo hacerlo de otro modo?

El podcast tradicional se parece mucho a la radio tradicional. Todos/as hacen lo que naturalmente surge como posibilidad, porque nadie se pregunta si hay otras opciones. En algún momento de la producción es bueno preguntarse por qué elegimos el modo en el que va a sonar nuestra producción. Y pensar una forma alternativa de hacerlo. Quizás nos quedamos con nuestra primera decisión, pero casi nunca la primera opción es la mejor. Si no nos obligamos a cuestionarnos eso, repetiremos fórmulas. Y si repetimos fórmulas, que sea conscientemente.

6. Paciencia

¿Esperé el tiempo suficiente para darle la oportunidad a la idea a que madure, se asiente y nos brinde alguna nueva posibilidad? Si no estamos urgidos por alguna entrega, dejar reposar. Las ideas, los guiones, los montajes, en todas estas instancias, es bueno dejar pasar unos días y retomarlo a ver si nos sigue pareciendo lo mismo que cuando estábamos en pleno fulgor de la producción. ¿Lo hicimos? También darnos tiempo invita a que aparezcan ideas, soluciones o nuevas puntas mientras hacemos otra cosa que nada que ver. Yo soy impaciente y enseguida quiero terminar, publicar y pasar a otro proyecto, así que siempre me fuerzo a volver a tener en cuenta este punto.

7. Guión para el oído

¿Leí en voz alta lo que escribí? Al leerlo aparecen errores, suenan cosas nuevas, aparecen palabras retorcidas y frases largas que solo son posibles en la escritura pero no en la escucha. ¿Ya hicimos la prueba antes de grabar?

8. Grabación de voces

¿Hice varias versiones de lo que haya que grabar? Si no fue así, hay que hacerlo. Las sonoridades cambian misteriosamente. Lo que en el momento nos suena suficiente y perfecto, al ir al montaje contiene un ruido, un popeo, un soplido que no detectamos. O un error de dicción. Grabar varias versiones aunque nos parezca inútil nos puede salvar.

9. Registros de campo

Si hay registros de campo (¡que siempre haya!), ¿grabé más de una versión de aquellas escenas o ambientes que me lo permiten? Nunca se sabe cuándo aparece un viento que no detectamos en el momento. ¿Me acordé de grabar antes y después de lo que fui a buscar? Nunca se sabe qué cosas pueden aparecer en esos momentos. Adicionalmente, ¿grabé sonidos testigo? El sonido testigo es un ambiente que me va a servir en montaje para amalgamar una textura sonora, encadenar pedazos de escenas que ocurrieron separadas, sin que quede abrupto el corte. Es un fondo sonoro del lugar de registro que me sirve como bajo continuo y unificador.

10. Vueltas de tuerca en el montaje

En montaje aparecen nuevas ideas, oportunidades, fantasmas sonoros que no habíamos detectado. ¿Le presté atención a eso? ¿Prendí mi antena sonora? ¿Observé el ritmo con el que se está elaborando la pieza? El montaje es otro momento para darle una vuelta de tuerca a la pieza sonora, pero para eso tenemos que hacernos explícitamente la pregunta: ¿acá puedo hacer alguna otra cosa diferente a lo que preví? ¿puedo darle una gracia? ¿hay algo original en lo que estoy montando o es más de lo mismo? Muchas veces es posible detectar aquí guiños, partículas de creatividad, innovación, que justifican toda la estética de la pieza; no importa si no es directamente detectable por el oyente: es importante saber si aquí podemos identificar hallazgos sonoros, inventos, ribetes que nos dejan satisfecho: logré poner dos músicas a la vez y generó un clima, encontré que un latiguillo de un personaje me sirve como leitmotiv, o que una bocina de la calle será mi sonido separador. ¿Tengo estos chistes sonoros en la producción? ¿Cuáles son? Si no los tengo, que sea porque no necesito, pero no evitemos la oportunidad de buscarlos.

11. Bonus track

Una vez terminada la pieza, ¿cuántos colores tiene? ¿cuáles? ¿o terminó sonando blanco y negro sin que lo hubiéramos decidido? ¿tiene sabor? ¿es ácido, amargo, dulce? Estas preguntas sinestésicas nos pueden sacar de la cercanía que ya tenemos con la obra y analizarla con otros parámetros. Nuevamente, ¿quedamos conformes con las respuestas a esas preguntas o es necesario hacer algún retoque, ya sea para darle más variedad o para unificarlo aún más?

Checklist

¿Escribí la idea?
¿Escribí la sinopsis?
¿Decidí la forma general?
¿Decidí el narrador/a?
¿Me pregunté si puedo hacerlo de otro modo?
¿Dejé reposar las distintas instancias?
¿Leí lo que escribí?
¿Grabé varias veces?
¿Grabé sonido testigo y más ambiente del necesario?
¿Me pregunté si mi montaje tiene chistes sonoros, vueltas de tuerca?
¿Qué colores y sabores nos devuelva la producción?

Con esta sencilla checklist podrá identificar problemas a tiempo y poner a prueba mi producción. El resultado que se espera no es el éxito, la fama y la monetización; no conocemos esas sirenas que solo frustran. Más bien apunta a algunas pautas que nos permitan, por un lado, acercarnos mejor a lo que imaginamos, que la producción sea coherente, concisa, que no tenga filtraciones. Y que si las tiene, que sean por decisión. Por otro lado, construir contenidos originales, creativos, que tengan algo diferente, que nos permitan generar obra más que productos. Nos importa que quedemos satisfechos con nuestro trabajo, generar algo nuevo, que trascienda, que conmueva, que queramos mostrar orgullosxs, y que permita reivindicar una producción en donde lo que más importa sea el juego y el disfrute.

Contanos cómo te fue y qué otro punto agregarías a la lista.

Una checklist para hacer podcast

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