DÍA MUNDIAL DE LA RADIO 2023

Cómo suena la paz

La paz no tiene una sola forma, y no suena siempre igual.

No hay una sola paz

Este año UNESCO propone como tema central del Día Mundial de la Radio, reflexionar sobre la relación del medio con la paz. Como todos los años, con su apoyo produjimos una serie sonora que busca indagar y retratar historias de la radio en el mundo, sobre todo en Latinoamérica. Creemos importante relevar experiencias, divulgarlas, resaltarlas, y seguir haciéndonos preguntas. A partir de buscar casos en los que se ha dado el cruce entre radio y paz, hemos comprendido que el concepto mismo de paz no es unívoco, y por lo tanto, las formas en que se expresa en relación a lo radiofónico tampoco. Paz es lo contrario a la guerra, pero también a la violencia. Paz es resolución de conflictos, es vida digna, es luchar contra las dictaduras y es tranquilidad. Es silencio pero también es ruido de algarabía.

Emisoras de paz en Colombia

Así, notamos que el tema de la paz puede abordarse de diferentes maneras, porque no significa lo mismo para cada contexto. Hablar de paz en Colombia está indefectiblemente relacionado con un anhelo de añares, que se ha convertido en trabajo constante y consecuente desde diversas perspectivas. Colombia ha sufrido la violencia en distintas formas, quizás de forma continua desde aquel período denominado, justamente, La Violencia, que desde los años 20 enfrentó a conservadores y liberales durante décadas. Pero luego es conocido el problema que ha habido con la gran cantidad de guerrillas y los enfrentamientos con las fuerzas del Estado. También con el narcotráfico, que ha tomado como método el terror, y que se ha expresado en enfrentamientos entre cárteles, con las fuerzas del Estado y con otros grupos violentos como los paramilitares. Allí, paz se erige como un horizonte a construir en el que cese la violencia y tanta muerte. Los Acuerdos de Paz logrados entre el Estado y las FARC han sido un paso importante, pero queda mucha violencia dando vueltas: siguen siendo muchas las muertes de líderes sociales.

Parte de los Acuerdos de Paz incluía la posibilidad de montar emisoras de radio con un carácter especial, que ayudaran a construir lo que la firma de un papel solo inicia: un período duradero y sólido de convivencia, recuperación de lazos sociales y reparación. Allí el rol de la radio en la construcción de paz es claro: se pensó que la radio es un agente clave, porque permite el diálogo, porque tiene la capacidad de insertarse en los territorios, porque su gestión puede ser colectiva, y porque hay que conversar y conversar para ir limando las asperezas que lógicamente quedan luego de un proceso histórico tan largo y tan cargado de tragedia.

Fragmento Emisoras de paz en Colombia:

El modelo de las emisoras de paz es único en el mundo. Es un modelo que habrá que agregar a la lista de experiencias de lo que ampliamente denominamos como radio comunitaria. Son emisoras montadas con el apoyo de Radio Nacional, la radio pública de Colombia, pero no son emisoras públicas. Están en los municipios pero no son municipales. Están gestionadas por la comunidad pero no son comunitarias. Son diferentes pero no son alternativas. O son un poco de todo eso.

Son emisoras que una vez más resaltan que en el sector sin fines de lucro de la radio, importa lo que emiten las antenas, pero no es lo único que importa, puesto que cumplen un rol social, cultural, político por los debates y acciones que habilitan. Estas emisoras tienen la particularidad de que están gestionadas por ex combatientes, víctimas y comunicadores comunitarios. Todos deben ponerse de acuerdo y empujar para el mismo lado.

La libertad de expresión es importante porque hace posible el diálogo y la circulación de la información, pero también es importante en sí misma, porque pone en un rol activo de enunciación a personas que así ejercen su derecho, se autorrealizan, procesan un pensamiento para poder decirlo y adquieren la noción de que son una voz que puede ser escuchada por un otro. Que tienen algo para decir.

Del mismo modo, este tipo de emisoras cumplen un rol social más allá de la cantidad de oyentes, la calidad de sus programas o el alcance de sus antenas, porque la sola existencia de estas emisoras cumplen la función de ser un espacio de diálogo, negociación, comunicación en el más puro sentido de la palabra. Y eso contribuye a la reconciliación y la construcción de cultura de paz.

Escuchar episodio Emisoras de paz en Colombia

Radio comunitaria y género en México

Si se habla de paz para el contexto latinoamericano, se piensa también en el caso mexicano, agobiado por un clima de violencia de larga data, y que mayormente se relaciona con el crimen organizado, las mafias y la pelea por territorio, con el negocio que supone abastecer de droga, sobre todo al gran mercado que tienen sobre sus cabezas, el estadounidense. La guerra que el Estado mexicano alguna vez ha declarado contra el narcotráfico, desde la presidencia de Calderón, solo empeoró las cosas y supuso una mayor espiral de violencia en la que participan los cárteles, sus grupos de choque, militares, policías, paramilitares, grupos de autodefensa y más. La paz, en México, supone el anhelo por terminar con este proceso que solo trajo miedo y tristeza.

Si entendemos a la paz, entonces, también como un estado amplio de convivencia y no violencia, encontraremos muchas más formas de ver los roles de la radio allí. Son varias las violencias a las que estamos sometidos y sometidas cotidianamente, y en virtud de oponer una respuesta a ellas, es que entendemos la paz también. Las violencias de género en nuestra región son un problema de larga data y adquieren múltiples formas. Femicidio, agresiones físicas, sexuales, abuso, acoso, violencia psicológica, simbólica, económica, que ejerce el patriarcado sobre mujeres y personas LGTBIQ+. Los feminismos son una respuesta que busca erradicar esas violencias y construir una alternativa desde la cultura de paz. En este sentido, cada vez más emisoras de radio cumplen un rol importante en esta transformación cultural y en constituirse como un espacio seguro de referencia y construcción. Sobre todo se trata de emisoras comunitarias, sector dentro del cual podríamos identificar experiencias que pueden responder a la denominación específica de radio feminista, como el caso de Radio Violeta en Ciudad de México.

También en México, sociedad particularmente atacada por el machismo y las otras violencias ya referidas, algunas radios comunitarias comienzan a ser espacios seguros de trabajo con perspectiva de género, a estar integrados por más mujeres, incluso ocupando lugares de decisión y dirección, como La Voladora, La Coyotera y Radio Jenpoj.

Fragmento Radio comunitaria y paz en México:

Así podemos entender que las radios comunitarias son importantes también en esta construcción de no violencia, y no solo desde aquellas identificadas específicamente como radios feministas, sino a un nivel más general, incluso en las sociedades más machistas como la mexicana. Esto también es la radio ejerciendo un rol concreto en la construcción de cultura de paz.

Escuchar episodio Radio comunitaria y paz en México.

Radio y protesta social

Pensar en la paz supone pensar en una vida sin violencia, y más ampliamente, en una vida digna, con mejores condiciones, con menos amenazas a un transcurrir tranquilo. En ese sentido, en los últimos años en Sudamérica han habido grandes procesos de protesta social que han sido duramente reprimidos. La ciudadanía ha salido a las calles porque entiende que no está viviendo dignamente y necesita hacerse escuchar. El Estado, en estos casos, ha respondido duramente, con violencia, en lugar de proponer la paz, entendida como la resolución de un conflicto y la construcción de una vida mejor. Ha sucedido con más fuerza a partir de 2019, iniciando con el estallido social en Chile, pero también con dos procesos fuertes de protesta en Colombia, las revueltas contra el golpe de Estado en Bolivia, las protestas en Perú y Ecuador. En todos los casos la respuesta ha sido virulenta y ha realimentado un clima de tensión y violencia.

Fragmento Radio y protesta en Perú:

En esos casos la pregunta sobre el rol de la radio tiene una respuesta que nos interesa particularmente: la de la cobertura informativa y sonora. La radio es capaz de estar allí donde la noticia ocurre, de una forma más sencilla que la televisión y más fidedigna que la prensa gráfica. A través de la inmersión en el acontecimiento, puede comunicar lo que sucede, los testimonios de quienes reclaman, y también embeber la experiencia en los sonidos de lo que sucede, que son sonidos excepcionales, que tienen ruidos, bronca, mucha música, también fiesta, y que tienen los sonidos de la represión, de la respuesta violenta, de la gestión injusta de las demandas sociales.

En ese sentido, aparece el rol de la radio para documentar los acontecimientos y reflexionar sobre ellos. Ya no solo se trata de la noticia del día, sino de la documentación de un entorno sonoro excepcional que brinda información sobre un suceso, pero que también va más allá, y nos permite entender culturalmente cada lugar, cada necesidad, cada forma de expresarla y las formas de negarlas también. Como documentalistas, también nos permite generar el archivo del presente que nos permita comprendernos en el futuro.

A partir de este tipo de cobertura, de periodismo sonoro de inmersión, podemos preguntarnos a qué sonamos cuando tenemos rabia. Y también si las rabias son las mismas y suenan igual en nuestros diferentes países. Este es un experimento que comenzamos a hacer movidos por aquella pregunta con la serie La Rabia y que también abordamos recurrentemente porque nos interesa comprender todo lo que envuelve a la protesta social, desde lo político y desde lo sonoro.

Escuchar episodio Protestas en Perú.

Radio y guerra

Conflicto y violencia hay en todos lados. En virtud de esto, la lucha por su finalización puede asociarse al concepto amplio de paz, aunque no en todos los lugares tenga la misma significación. En Argentina, por ejemplo, es un término que no tiene el mismo peso. Se prefiere no hablar de paz como oposición a la dictadura militar, porque eso quizás supondría que aquí hubo una guerra, y lo que hubo fue terrorismo de Estado, no un enfrentamiento. Lo que hubo fueron delitos de lesa humanidad, un genocidio, y no un conflicto bélico. Queremos la paz, la buscamos, pero no la nombramos porque acarrea algunos supuestos incorrectos. En Argentina sí hubo una guerra, la Guerra de Malvinas, que es una herida aún abierta, y que por muchos años fue un tema tabú. Recién hace algunos años se volvió a hablar de ello, a revisar la historia, a que el tema esté presente, a entender que algunos de nuestros ciudadanos son ex combatientes. Esa fue una guerra dramática, declarada por un gobierno militar, que envió a chicos de 18 años a morir y que además se perdió. Resulta extraño hablar de paz en este caso también. Es un conflicto bélico finalizado, dramático, escondido durante muchos años, y que es sobre un conflicto que aún está latente, por una lucha por la soberanía contra una desigual e ilegal ocupación de territorio argentino. Quizás la paz es algo deseado, pero no se nombra así: lo que se quiere en este tema es soberanía y justicia. La vía, claro, es el diálogo, la negociación, la justicia internacional, y nunca la guerra.

Fragmento Historias de radios en conflictos:

En estos casos, la radio también ha tenido un rol. Pensar en el cruce entre radio y paz a partir de casos de conflictos bélicos, es pensar en la radio amenizando los duros días, pero también entregando información sobre el conflicto a la ciudadanía, y también desinformación: es conocida la cuestión de que en Argentina, para ocultar la pésima gestión del gobierno militar sobre el conflicto, se engañó desde los medios a la población: “vamos ganando” decían, mientras los soldados pasaban frío, hambre y miedo. Y un día perdimos. Asimismo, como en muchos conflictos, y más en la era previa a Internet, la radio es un agente más: se utiliza para comunicaciones estratégicas, como propaganda y también como herramienta de ataque psicológico. En el caso de Malvinas, existió la Radio Liberty, emisora argentina en inglés, destinada a atacar a las tropas británicas y a convencer a la población malvinense.

Escuchar episodio Historias de radios en conflictos.

Radios insurgentes

Distinto también es el rol de la radio en un conflicto como el que vivió El Salvador en los años 80. Allí hubo dos emisoras que fueron fundamentalmente herramientas de la resistencia: Radio Venceremos y la Farabundo Martí. Esa guerrilla insurgente enfrentaba a la dictadura militar y a los escuadrones de la muerte, apoyados con armamento norteamericano, en épocas en las que Latinoamérica se implementaban gobiernos autoritarios para apagar a sangre y fuego la amenaza comunista que preocupaba tanto a Estados Unidos. Allí la radio fue un arma de propaganda, de movilización popular, también de coordinación en un territorio hostil y en situaciones siempre amenazantes. Pero también, como la guerra se hizo larga, la radio cumplió con su rol de brindar entretenimiento, humor, música.

Fragmento La historia de Radio Venceremos:

Esto nos demuestra de forma apabullante la necesidad de la comunicación sonora: incluso en un contexto dramático y frágil, necesitamos escuchar una radionovela, un chiste, una canción. Y allí la radio fue capaz de entenderlo: se necesitaba poder atravesar la vida cotidiana de la mejor manera, mantener arriba los ánimos de una ciudadanía cansada y violentada. Esa resistencia en todo sentido hizo posible que el conflicto desembocara en la firma de los Acuerdos de Paz de 1992. Incluso en contexto de guerra civil, y siendo la radio una herramienta de propaganda, también ayuda a caminar hacia la paz.

Escuchar episodio La historia de Radio Venceremos.

Radio en la solución de problemas

Pero la radio tiene la potencialidad de incidir en la resolución de problemas. La radio comunitaria, concretamente, está llamada a ejercer lo que José Ignacio López Vigil en su libro Ciudadana Radio denomina como “periodismo de intermediación”. Porque si la amplia familia de radios englobadas bajo el término de radio comunitaria tiene una característica, es la inserción y relación con la comunidad. Por ello, es un agente que funciona como intermediario entre las necesidades, reclamos, solicitudes de la ciudadanía, y aquellos funcionarios u organismos decisores obligados a dar respuestas y a solucionar los problemas. Pues bien, la radio puede funcionar recibiendo las demandas ciudadanas y dándoles curso y seguimiento hacia las instituciones encargadas de resolver.

Este rol de “ventanilla única” que tiene la radio comunitaria, lo ejerce ayudada por la confianza que las emisoras de este tipo han construido en la ciudadanía. Por otra parte, su rol de monitorear, fiscalizar y difundir, hace que los funcionarios brinden las respuestas con más celeridad y compromiso, porque temen a la exposición de sus errores o injusticias. La existencia de esta instancia genera una mejora en las condiciones de vida y en la convivencia, evitando muchas veces molestias mayores, broncas, enemistades, y habilitando una mesa donde dialogar para llegar a las soluciones.

Esta intermediación no solo es posible y necesaria entre la ciudadanía y el poder político, sino también entre ésta y empresas, o entre ciudadanos, y permite contar con un espacio de resolución de conflictos de todo tipo que aporte a una convivencia pacífica.

Fragmento Periodismo de intermediación:

Pero ¿qué sucede cuando un reclamo de un ciudadano es hacia alguna conducta o actitud de la propia radio? Para eso existe la figura de las defensorías de audiencias, que proliferan cada vez más en nuestra región: estas suponen un espacio en el que la comunidad puede hacer un reclamo o solicitud acerca de alguna acción de un medio de comunicación, y la defensoría de audiencias funciona mediando, esta vez entre el ciudadano y la emisora. En general, cada medio de comunicación, inclusive los comunitarios, comienzan a tener su propia defensoría de las audiencias, una figura que formando parte del medio, trabaja de manera independiente como ventanilla única y es capaz de canalizar quejas y aportar en la búsqueda de las soluciones. En México, por ejemplo, ya son muchos los medios de comunicación que cuentan con este recurso. En otros países, como por ejemplo Argentina, la Defensoría del Público no la tiene cada medio, sino que es un organismo del Estado, independiente de los medios y que también funciona mediando cuando un ciudadano cree que algún derecho fue vulnerado por un medio de comunicación. Todas estas intermediaciones procuran solucionar problemas y contribuir a la construcción de la convivencia.

Escuchar Periodismo de intermediación.

¿A qué suena la paz?

Ahora bien, como radialistas y estudiosos del sonido, hemos revisado distintas formas que pueden darse en la relación entre radio y paz, desde cómo hace una emisora para transmitir en medio de una guerra y con que rol, a cómo contribuye la radio para terminar con las dictaduras, documentar la represión, solucionar problemas o construir la convivencia en base a la cultura de paz. Pero ahora bien, ¿a qué suena la paz?

Lo primero que se nos viene a la mente es que la paz suena a silencio. Pero debemos indagar un poco más, y buscar en nuestro entorno real. Porque sin duda que el silencio denota tranquilidad, y es lo contrario al ruido que imaginamos cuando pensamos en conflictos bélicos. Pero el silencio también es la forma en que se expresa el miedo, la falta de comunicación y expresión. Hay mucho silencio en la violencia. Siempre hay un silencio de tensión que antecede al estruendo del drama violento. El silencio, por ahogo o complicidad, es lo que primaba en tiempos de dictaduras militares en América Latina. No se podía hablar, se temía hablar, más valía callar.

El silencio, también, es lo que suena alrededor de la muerte. Un silencio aterrador y multifacético envuelve aún hoy las desapariciones de las dictaduras en el continente. Un disparó calló la voz de Salvador Allende, quien ya no se lo volvió a escuchar en aquellos discursos por Radio Magallanes, y abrió una etapa de silencio, con radios que no emitían, periodistas que no contaban, ciudadanos que no volvieron a sonar. Un silencio regado de ruidos, un silencio que no era de paz.

Cuando de termina una guerra, o se cesa en la represión, esa paz sí tiene ruido, y más en nuestro continente: hay celebración. Júbilo, un alivio que no se expresa en callar, sino en la risa, en la música, en el baile, en pirotecnia que, paradójicamente, suena muy parecido al ruido más oscuro de la guerra misma.

La paz, en Colombia, hoy suena a emisión de radio, a mucha conversación, porque la gente quiere hablar, tiene mucho que contar, porque debe poder procesarlo, entenderlo y exorcizarlo. Y eso con silencio no se puede hacer.

Cómo suena la paz

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3 thoughts on “Cómo suena la paz

  1. La paz me suena a risas de imaginación, a pasos de danza, a gritos teatrales, a pinceladas y aerosol, a géneros musicales, a palabras narradas en forma de cuentos e historias, la paz ¡me suena a arte!

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