La estética en el documental sonoro

La belleza puede ser protagonista en un contenido documental. Y debería serlo.

El género documental puede ser mal identificado como terreno de la solemnidad, y esto traducirse en aburrimiento y falta de atractivo. Por esto, nunca está de más reflexionar y enfatizar acerca de la importancia de la estética en el documental. El documental sonoro, por definición, reconoce esta importancia, por construir una pareja equilibrada al qué con el como, al contenido con la forma.

La radio de por sí es bella. Uno puede encontrarle la estética a cualquier contenido. Lo diferencial del documental sonoro es su potencialidad para que esa estética resulte de decisiones deliberadas del autor, y que esté presente como un elemento a tener en cuenta durante todo el proceso de producción. Porque la estética siempre aparece, en todo. En este caso, aparece de forma deliberada.

El documental sonoro es una forma de exploración radiofónica para poder decir que comunicar un tema de la realidad puede no ser solo con palabras y que no tiene que ser necesariamente aburrido. El documental sonoro amplía sus fronteras, permite potenciar el lenguaje radiofónico, experimentar. En ese camino de enriquecer la expresión del autor, se enriquece la escucha, y por ende la comunicación.

En ese mismo camino aparece la explotación —a veces la máximo, y a veces solo simplemente a lo que cada historia necesita— de los elementos del lenguaje radiofónico. Radio no es solo voz. Pero más allá: información, opinión y análisis no viajan solo a través del texto.

Y en ese camino es donde nos podemos encontrar con la estética. Exprimir la capacidad del lenguaje radiofónico, con la voluntad de crear productos ricos, y una visión de autor, necesariamente resultan en una estética determinada. Ahora bien, la visión estética del documental puede aparecer en varias de las etapas de su producción:

  • a. Concepción. cuando se nos ocurre el tema del documental. Muchas veces la motivación puede ser estrictamente estética. Una motivación más sonora que conceptual, si se quiere. Esos son los documentales sonoros que son pertinentes porque el tema que abordan es sonoro. Ejemplo: contar la historia de un instrumento musical en vías de extinción. Ya trae consigo un perfil sonoro que marcará una estética. Ahora bien, cualquier tema puede narrarse con documental sonoro, y desde el origen de la idea aparecerán, si no decisiones, al menos motivaciones o preguntas estéticas que abordar.
  • b. Grabación de campo. Cuando el documental requiera grabaciones de campo (sean entrevistas como paisajes sonoros), debemos ir hacia el campo con el oído abierto a encontrar la belleza. Degustar sonidos que nos parezcan atractivos, cazarlos. Maximizar nuestra búsqueda estética allí. Podemos dirigir el grabador, registrar aquellos sonidos que nos parecen atractivos o útiles a los fines de nuestra narración y de la construcción estética, más allá de lo estrictamente necesario textualmente. Aquí es necesario también que lo que contamos, suene bien.

En el documental sonoro la estética resulta de decisiones deliberadas del autor y está presente como un elemento a tener en cuenta durante todo el proceso de producción.

  • c. Recolección de materiales/jerarquización. En la búsqueda de como condimentar y vestir la producción, buscamos músicas, audios de archivo, sonidos, no solo por lo que representan o sirven para argumentar, sino también por cómo suenan. Es una búsqueda donde aparecen decisiones estéticas.
  • d. Edición. La composición de la pieza, ya a un nivel casi musical. En esa construcción arquitectónica de los sonidos aparece, desde ya, la mirada estética más claramente. Allí se tejen y combinan las distintas materias que supimos crear o recolectar. El montaje debe preocuparse por la comprensión, pero también por la composición misma de un producto atractivo, bello.

En cada etapa se agrega, se piensa o se corrige una estética global de la pieza.
Además hoy la perspectiva estética debe pensar en la transmisión por radio, pero también en que su reconfiguración pensada para el territorio digital no excluya los pasajes de belleza en virtud de privilegiar la información, porque los sonidos y la estética, en el documental sonoro, también brindan datos y nos permiten opinar. Si debemos recortar, no sacrificar el arte en pos del periodismo; no sacrificar elementos sonoros en pos de algún texto. Ser equilibrados en estas decisiones también.

La mirada estética del autor redundará en una escucha estética. Tener eso en la cabeza como autores, hará que generemos contenidos más atractivos.

La estética en el documental sonoro

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