Hacia una definición latinoamericana de documental sonoro y la responsabilidad social del género.
Hacia una definición latinoamericana de documental sonoro
Las primeras dos jornadas del Foro fueron en el Instituto de la Comunicación e Imagen de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en Santiago,Chile.
El martes 7 de noviembre, el director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, Raúl Rodríguez, inició su discurso inaugural del SONODOC 2017, señalando que se debe explorar la radio, saber qué pasa hoy en día en ella, cómo entenderla como una posibilidad de creación, de experimentación, de pensar en nuevos géneros, de romperlos. También de qué forma se puede entender en la actualidad al periodismo y la comunicación tanto en sus fronteras, pero también como oportunidades de traspasarlas a partir de lo que significa el sonido, y lo que significa la radio.
Además hizo referencia al terreno ‘fértil’ que ha tenido Chile en los últimos años con respecto a la radio, específicamente a la autogestión y a las radios comunitarias, porque interpela a los grandes consorcios, a las radios concentradas, a las radio cadena. Para Rodríguez, “el espacio del documental sonoro es un espacio muy rico para poder pensarlo de distintas formas a partir de su relación con la crónica, los géneros de ficción, con las experiencias de radioarte, de paisaje sonoro donde finalmente se están conjugando dos cosas interesantes: por una parte el sonido en sus distintas formas, en su materialidad, pero también lo que significa pensar que la materialidad del sonido se expresa y es posible expresarla a través de la radio”.
El director del Centro de Producciones Radiofónicas, miembro fundador de SONODOC, y encargado de coordinar en esta oportunidad dicho evento latinoamericano, Francisco Godínez Galay (ARG), recalcó el esfuerzo grande por parte de todas las autoridades académicas de la Universidad de Chile y Universidad de Playa Ancha, del comité organizador local, y miembros de SONODOC, que buscan hacer de la radio un medio más lindo, más dinámico, más entretenido y más efectivo. Dicho esto, se dio pase a la Mesa “Hacia una definición latinoamericana de documental sonoro”.
Alejandro Cornejo (PER), periodista e investigador sonoro, miembro fundador de SONODOC, inició comentando cómo se formó este foro, el cual nació en México, en la 10ma Bienal de Radio. Los fundadores de SONODOC encontraron una necesidad de ubicar al documental sonoro como una ventana para hacer de la radio un espacio más atractivo. Por ello, decidieron hacer un grupo, un espacio donde se pueda desarrollar, debatir, argumentar y ver las fronteras del documental sonoro.
Ellos empezaron a definir elementos puntuales del documental sonoro, ver y tratar de entender al documental sonoro. Además, se dieron cuenta de que en Latinoamérica no existía un espacio dedicado al documental sonoro, donde se impulse este género, específicamente en nuestro idioma. Cornejo deja al vuelo las siguientes preguntas: ¿De qué hablamos cuando hablamos de documental sonoro? ¿Cuáles son los alcances del género en nuestra región? Finalmente menciona: “lo que nos une son las historias reales contadas con sonidos” el slogan de SONODOC.
“El documental sonoro tiene un fin social desde el momento en el que cedemos el micrófono a esta persona que tiene algo que contarnos”. Karla Lechuga.
La licenciada Karla Lechuga, pionera en investigación del documental sonoro en español, señala que “el documental sonoro tiene un fin social desde el momento en el que cedemos el micrófono a esta persona que tiene algo que contarnos”. Además remarcó la primera postura en la que se hacía el documental sonoro, con la voz del narrador que iba hilando el testimonio del entrevistado; una estructura más lineal, tradicional. Y que “el documental sonoro sufre una transición en la década de los 60 al contar con la tecnología inalámbrica, porque, lo que hacían antes los productores/realizadores radiales era llevar la realidad a la cabina de grabación”. Allí, el trabajo de preproducción era la parte más importante porque había que hacer un guión, seleccionar al actor que interprete la historia relatada y se perdía este sentido periodístico pues la historia real la estaba contando un intérprete. Ahora esta tecnología wireless permite al realizador salir de la cabina y encontrarse con la realidad misma.
Nancy Castillo, directora y creadora de Relato Nacional, comentó sobre este podcast, el cual se basa en “buscar las historias mínimas cotidianas (que surgen en las mesas de conversaciones de amigos, en la calle), y muchas de ellas tienen una estructura de anécdota”.
Además Castillo resaltó que en este formato todos pueden ser protagonistas, algunas historias son de realismo mágico, historias de héroes inesperados que no siempre van a salir en los medios masivos. Y fue esta búsqueda, esta exploración lo que permitió darle la primera línea editorial a Relato Nacional.
Después de su experiencia en el último año que estuvo en el diario La Tercera, en el suplemento El Semanal, Castillo se dio cuenta que en esta entrega dominical se profundizaban las historias para ser contadas a través de la palabra escrita. El reto era trasladar al lector al lugar donde se desarrollaba la crónica. A la par, Castillo hacía radio convencional y pensó: “por qué no sacarle partido a la historia escrita, y llevarla a la radio y trabajarla en este otro lenguaje”. De ese modo inició la historia de Relato Nacional.
Para financiar la primera temporada, realizaron un crowdfunding por diversas razones: primero, porque tiene una estructura que lo hace más confiable (en el aspecto de solicitar el dinero); segundo, se tenía que explicar el proyecto a través de un video, y ellos –equipo de Relato Nacional- vieron esta oportunidad como una manera de generar audiencia; y tercero, porque les permitía tener un financiamiento que les daba absoluta libertad sobre las temáticas y el formato que querían utilizar. El crowdfunding para Relato Nacional fue uno de los motores para comenzar a contar historias, debido a que cuando presentaban el proyecto a las radios convencionales, éstas siempre ponían ‘peros’ o querían modificar detalles de la línea editorial.
“La revolución del podcast es en realidad la revolución del consumo del audio digital en la actualidad, y esto ha hecho que los productores en otras partes de mundo puedan encontrar una audiencia”. Charlotte de Beauvoir
Charlotte de Beauvoir, periodista y docente, miembro fundadora SONODOC, inició su ponencia comentando sobre el libro que se está gestando en SONODOC, y que el aporte de ella va a brindar en la introducción es una revisión de lo que pasa en Colombia, país donde lleva viviendo más de 10 años. De acuerdo con de Beauvoir, en Colombia más allá de hablar de documental sonoro es hablar de las “narrativas de no ficción”, cómo se cuentan historias reales con sonidos. Incluso hace hincapié en que “una cosa es definir el documental sonoro y otra es ver cómo existe”. Siguiendo su discurso, señala que “el podcast en sí no es una revolución, es una cáscara vacía”. Para ella la revolución del podcast es en realidad la revolución del consumo del audio digital en la actualidad, y esto ha hecho que los productores en otras partes de mundo puedan encontrar una audiencia, para un público especifico. Esto “ha llevado a un cambio en la narración sonora”.
De Beauvoir continúa y reflexiona: “hay que mirar lo que se hace allá y más allá de los Estados Unidos, para inspirarse, para que América Latina encuentre con su propia voz, una moderna, y nueva forma para contar las historias”. En el caso de Colombia, existen cuatro ámbitos donde se producen y/o se apoyan la producción de historias sonoras: las universidades, la radio pública o entidades estatales en general, la radio comercial y las radios comunitarias. Además señaló que Colombia se ha vuelto un país que tiene buena recepción para el audio digital. Finaliza señalando que “el documental sonoro es como plastilina para niños” porque tiene el potencial, la flexibilidad que le brindan los otros géneros, que permite “pensar, practicar en la renovación de la narrativa sonora en español”.
Conferencia: el documental sonoro como una herramienta social
A cargo del director de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, Raúl Rodríguez
Rodríguez mencionó que Chile es un país muy desmemoriado, y que el documental sonoro cumple el rol social para recordarnos justamente de dónde venimos, quiénes somos, cómo suenan nuestras músicas regionales, cómo contamos una historia desde la vivencia de las personas
Añade que el desafío de contar historias, a su vez plantea varias ‘complejidades’ que él mismo las menciona de tal manera: primero, la idea de siempre pensar en otro, se debe distinguir la audiencia: ¿Qué se busca? ¿Qué se quiere lograr? ¿Qué el auditor se sienta reconocido, interpelarlo, incorporarlo dentro de la historia?; Segundo, el hecho de ser creativo: ser creador ¿qué implica serlo hoy en día? Por ello Rodríguez señala que para ello están los desafíos de la estructura, de la historia, desafíos con respecto a los recursos que se utilizan, desafío del cómo se involucra al auditor, al protagonista de la historia. Lo que está en boga es el proceso de creación y no tanto la tecnología. Y tercero, pero no el menos importante, la paradoja de que la televisión tiene alta valoración y penetración en la audiencia, pero que las nuevas generaciones no están allí, y justamente la radio tiene una ventana para llegar a esa audiencia.
Las nuevas narrativas contemporáneas aluden al nuevo contar, las nuevas formas de estructura con compromiso social. Para Rodríguez “la radio no es una mera producción; también implica creación”.
Buena Vanessa. Clarísimo.