La Policía detuvo 31 personas, eligiendo aquellas que estuvieran registrando la represión que estaban ejerciendo.
Todo indica que el viernes 1 de septiembre la Policía de la Ciudad ejerció una violencia sin medidas contra manifestantes indefensos en la marcha por la aparición de Santiago Maldonado en Buenos Aires. Todo indica que reprimieron también a personas que ya estaban cenando, tomando algo, saliendo de su trabajo o paseando por ahí. Todo indica que había muchos policías sin identificación, a juzgar por la cantidad de civiles con solo un chaleco bordó deteniendo personas. Todo indica que los incidentes fueron una excusa necesaria para ejercer la violencia represiva. Todo indica que aquello sirvió para regar tapas de diarios y minutos de televisión con la noticia de los desmanes para desviar la insoslayable realidad de una marcha con cientos de miles de personas reclamando pacíficamente por la desaparición de una persona.
Todo indica que la Policía tiene miedo de que sus acciones sean registradas y transmitidas, porque sabe que son acciones ilegales y que se riñen con el objetivo de mantener la paz. Todo indica que el viernes salieron de cacería para mostrarle a una porción de la población que acá no se puede hacer más lo que uno quiera. Todo indica que cazaron específicamente a aquellas personas que estuvieran filmando con sus celulares. Todo indica, sin embargo, que nunca podrán controlar que la información circule. Todo indica que a los dos comunicadores de la Red Nacional de Medios Alternativos que detuvieron, lo hicieron porque estaban filmando, como queda claro con los videos de la misma filmación. Todo indica que es importantísimo que haya una comunicación alternativa que esté registrando y transmitiendo estos acontecimientos. Todo indica que nunca más le será tan fácil a las fuerzas represivas hacer y deshacer sin tener el ojo de la ciudadanía sobre sus hombros observando y controlando.
Todo indica también que esas mismas filmaciones serán prueba para demostrar un accionar ilegal y preparado por las fuerzas policiales, como sirvió para demostrar que las actas realizadas por las detenciones mentían sobre horarios, lugares y causas de las detenciones. Todo indica que la Policía mintió y reprimió ilegalmente. Todo indica que las detenciones fueron injustas. Todo indica que mantener a los detenidos incomunicados fue injustificado. Todo indica también que la organización, convocatoria y presión de organizaciones, comunicadores y abogados sirvió para adelantar al domingo la indagatoria que se esperaba para el lunes. Todo indica que subestimaron y subestiman la organización y presión colectivas. Todo indica que luego hubo una operación de desgaste que no alcanzó a desgastar a los cientos de personas que desde el mismo viernes hasta el momento de las liberaciones, ya el lunes a la madrugada, estuvieron presentes para dar su apoyo.
Todo indica que el Estado ha atropellado la libertad de expresión y de prensa de los periodistas, el derecho a la información de las audiencias y el derecho a la comunicación de los detenidos.
Todo indica que siguen sin entender el poder de los medios comunitarios, alternativos y populares. Todo indica que se vienen tiempos difíciles y que los necesitamos más fuertes que nunca.