FM La Tribu

Entrevista con Diego y Rafa de FM La Tribu, Ciudad de Buenos Aires.

¿Qué relación tiene La Tribu con el mercado publicitario?

Escasa, en principio, porque lo que nos reúne no tiene que ver con vincularse con el mercado y la publicidad centralmente. Publicidad es una de las herramientas de financiamiento, y quizás la que menos desarrollamos por desconocimiento. De todos modos, y con ese desconocimiento o con ese nivel de búsqueda, con nuestras lógicas de poder buscar financiamiento a través de la publicidad con privados, hacemos intentos y algunos con buenos resultados. Ahí nos cuesta mucho vincularnos con el mercado, con las grandes empresas. Primero por un tema ético, que no consideramos que está bueno buscar fuentes en espacios criticables por sus lógicas y por otro lado también porque nos parece que está mejor darle la opción a pequeños comerciantes que puedan pautar en La Tribu a precios accesibles, que no podrían estar en otra emisora comercial. Rige un poco eso, entre la imposibilidad nuestra de tener las herramientas y ciertos dilemas éticos de hacerlo.

Al mismo tiempo terminamos llegando a “acuerdos publicitarios”, por decirlo de alguna manera, con organizaciones que se piensan más por afuera del mercado o que presentan y piensan y practican formas alternativas del mercado, no solo publicitario sino mercado en general, de sus prácticas cotidianas que con empresas como uno imaginaría cuando nombra la palabra empresa. Eso es lo que termina más sonando: cuestiones de la economía social y solidaria, mercados que se conforman a partir de precios justos, de una relación distinta con el productor, o una relación distinta con el consumidor, termina siendo lo que más aplica. Eso cuando pensamos en los privados.

Después cuando pensamos en lo público, que en Argentina si pensamos en el mercado publicitario, los medios en general tienen el acceso a una pauta oficial bastante importante y que termina significando un porcentaje bastante grande de sus ingresos, los medios comunitarios hemos luchado para acceder a las pautas oficiales en las distintas instancias, municipales, provinciales y nacionales. En nuestro caso con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y el Nacional, que lamentablemente tienen sus idas y vueltas que representan una porción muy mínima de los ingresos de La Tribu, no como los ingresos de otros tipos de medios, donde en general suele ser un porcentaje más grande, y tiene esos vaivenes de las cuestiones políticas. Y cuando hablamos de la relación con el mercado publicitario y los medios como los nuestros, sí me parece fundamental destacar la necesidad de la posibilidad de vender publicidad para medios comunitarios, que es fundamental para plantarse con formas alternativas o para plantear alternativas en cuanto a la forma de sostenimiento y sostenibilidad, y de financiamiento de los medios. Que es una discusión que los comunitarios han tenido en distintos lugares del mundo y en algunos de ellos para ser comunitarios, las leyes que los rigen les prohíben vender publicidad y eso cercena un montón las posibilidades de financiamiento, sostenimiento, crecimiento, de desarrollo, de incidencia de los medios de este tipo, más allá de las complejidades que tiene participar de esa bola…

Aparte de las fuentes privadas, anunciantes pequeños, o que La Tribu tenga relación o las vías de financiamiento estatal ¿qué otras fuentes de financiamiento tienen para sostener el proyecto económicamente?

Está el aporte que hacen los programas independientes de la radio y las coproducciones también, que se va actualizando en consenso con los programas a través de reuniones donde comentamos los gastos y en función de eso se actualiza el aporte económico. Y luego la gestión del bar, que actualmente está bajo gestión del colectivo, así que sus ingresos son para la sostenibilidad de la casa. También tenemos los cursos de capacitación, talleres, la venta de objetos como remeras, discos, la producción de fiestas, festivales, son todas herramientas que aportan a la dimensión económica. Y en esa variedad buscamos que lo que se dé es un fin político en esa diversidad. Si concentrás todas las fuentes en un solo tipo de ingreso, tu proyecto depende de que eso se sostenga de manera permanente. Si, por ejemplo, dependés solo del bar y un día baja el consumo como está ocurriendo en Argentina, tu única fuente de financiación empieza a verse en caída. La diversificación genera la no dependencia de una de las fuentes.

También realizamos proyectos que no necesariamente generan recursos directamente, pero a veces indirectamente para las personas que trabajan. Y una fuente fundamental de financiamiento, de sostenimiento, y de generación de recursos es el trabajo voluntario de casi todas las personas que hacemos La Tribu. Eso permite que las cosas se realicen y se eroguen menos recursos económicos, porque si cada tarea que se cumple se llevara un salario, no existiría La Tribu. Esa idea que convoca y hace que pongamos el esfuerzo acá, es parte del sostenimiento hasta en términos materiales de una organización como esta.

Respecto al salario y relación laboral: ¿Cómo se calcula si hay personal que cobra, si fluctúa, si tienen que trabajar de otra cosa?

Antes que nada diría que no hay salarios en La Tribu. Sí hay retribuciones por ciertas tareas. El salario comprende un montón de cosas y estamos de acuerdo en la lucha de muchos sectores de lo que hace a un salario, a la composición salarial que dentro de La Tribu no existe, porque existe ese otro espíritu que sostiene a la organización. Sí hay tareas con retribuciones. La mayor parte de las personas que realizan tareas con retribución en La Tribu tienen otras fuentes de ingresos, porque si no, no podrían sobrevivir.

En algunas tareas hay más fluctuación que en otras. Por lo general las tareas más políticas de sostenimiento, que parten de una necesidad política de participar de un espacio donde tener referencia, se sostienen un poco más en el tiempo. Es más difícil tareas relacionadas a la operación, la atención del bar, que se sostengan. Igual hay casos de lo más variados. Hay operadores de hace miles de años, y no es el sentido económico lo que los sostiene. Lo vemos con más dificultad en tareas como la atención de la barra del bar, que es algo claramente que, al momento de hacer la tarea es difícil vincularlo a la participación política del espacio. Y sí empezamos a ver ahora, todavía sin análisis cuantitativo, que con el ajuste económico de la actualidad, los tipos de participación empiezan a bajar o a multiplicarse en más personas que pueden estar menos tiempo. Algo que venimos identificando hace un buen rato es que La Tribu funcionó muchos años como un modelo con un grupo de personas que lo tenía como su actividad central. Ese grupo hoy se reduce y las incorporaciones lo hacen en tareas puntuales, horarios acotados y la articulación hace a cómo sostenerse hoy.

La militancia o identificación política con el proyecto es fundamental, y con la práctica comunicacional que un proyecto realiza. Si no, no existiría la programación de La Tribu hoy en día, que se sostiene de esa manera y muchas de las otras acciones que circundan a los programas, que no necesariamente tienen que ver todas con la radio en sí, se sostienen a partir de las ganas de poner energía en un proyecto como este.

Hay dos salarios que pagamos por fuera de las escalas nuestras: son el contador y el servicio de limpieza. Eso no depende de nosotros pero no están bajo las lógicas más tradicionales del mercado. La limpieza se hace con una cooperativa, no bajo contratación directa. Y el contador es un vínculo histórico y hay un nivel de afecto que atraviesa la dimensión económica y el monto no tiene relación con lo que cobran otras personas.

¿Contratan contador para tareas especializadas? Internamente, ¿tienen encargado de economía del proyecto? Y un poco también, si tienen una planificación anual, presupuestos ¿Se mira para adelante?

Es un trabajo que empezamos seriamente en los últimos años, dos años de poder planificar la economía y no estar tanto en el día a día. Es un detalle que parece menor, pero en la historia de La Tribu es importante. Es, por ejemplo, haber previsto los aumentos y por ende haber impulsado nuevas líneas de financiación para poder pagar esos aumentos y empezar a estipular en el futuro qué pueda pasar con eso. Tener un excel armado hace seis meses que preveía el tarifazo de servicios públicos más o menos en los números en que se están dando, nos permite verlo con más tiempo. Cuando viene el viento tenés las sogas un poquito más atadas, habías generado determinados ahorros en la medida de lo posible. Ahí sí hay un trabajo en ese sentido. Tal vez precario, una tarea que merecería cierta exclusividad y es parte de personas que hacen miles de tareas a la vez, pero sí fue un avance importante tener esa previsión económica. No quiere decir que después el resultado de lo que vos preveías que genere recursos, lo genere. Ahí tenés otro problema que va a lo organizativo, a lo político, pero al menos tenemos trazado el mapa de lo que va sucediendo este año.

Hemos impulsado la planificación de lo organizativo, de las distintas actividades que va generando el colectivo, de manera incipiente pero tiene que ver con dar cuenta de estas necesidades que suelen ser un agujero en las organizaciones, que tiene que ver con la impronta y lo que nos convoca a hacer dentro de ellas. Y es verdad que ha sido como un impulso importante a la posibilidad de generar estabilidad desde ese lugar, la planificación económica, y que está muy relacionado con la posibilidad de sostener personas dentro de tareas, más allá de que muchas veces nosotros mismos las discutimos, también genera cierta expertise y posibilidad de desarrollo de una tarea que la mejoran. Y muchas veces el problema es que no podemos sostener personas realizando tareas porque la vida misma los lleva de un lado para el otro, porque necesitan otro tipo de ingresos para sostenerse. Y eso está buenísimo, nos pasó en los últimos tiempos y está dando sus frutos.

¿Pueden identificar si crecen los ingresos de la radio y si crecen los gastos, corrientes o situaciones extraordinarias como el tarifazo?

Sí, algunos lo vimos, otros están por encima de lo que habíamos visto, y sobre todo es que tenés muy pocos elementos de egresos y un incremento muy grande, para lo cual tenés que salir a atajar eso con muchos ingresos pequeños y depende de muchas voluntades y por ende mayor cantidad de vínculos para pagar las cuentas.

Podés pensar que el incremento del aporte de programas, le calculás el porcentaje, pero no podés evaluar la cantidad de gente que te diga que no puede seguir sosteniendo ese aporte. Podés calcular que el bar genera determinada cantidad de ingresos, pero no quiere decir que la gente que viene deje de tomarse la segunda birra. Eso no lo podés manejar. Ahora, la certeza de que la cuenta de luz ahora viene de determinada cantidad, es una certeza absoluta, salvo que un fallo judicial vuelva atrás algunas cosas, pero lo que te llega lo tenés que pagar, los egresos son siempre certezas y los ingresos no necesariamente. Volviendo a lo anterior, de hecho, los aportes publicitarios se renuevan cada tres meses; vos podés calcular un anunciante un año y de un día para el otro se te cae.

La única forma de achicar esos gastos es achicarte vos mismo. Una radio ya tomó la decisión de dejar de transmitir a la noche, que es de alguna manera una derrota política, pero es parte de no sufrir la derrota mayor de dejar de funcionar por sostener ese horario que es menor, para cualquier radio. Otras radios están decidiendo ahora tareas que habían decidido remunerar, volver atrás, que vuelvan a ser voluntarias.

Nosotros tenemos, y además se comparten en las asambleas, gráficos de torta, de barra, con los ingresos fijos, los costos fijos y cómo eso puede llegar a fluctuar o influirnos en la economía próxima.

Cosas puntuales. Lo que tiene que ver con acceso a financiamiento tipo crédito bancario…

No, en este momento no está dentro de las posibilidades porque habría que ver con qué tasa de interés, en términos bien económicos. Cuánto te va a costar en el futuro… Y ahí volviendo a las lógicas de la publicidad: vivir endeudado con un tercero y que ese tercero sea un banco, no es la mejor de las sensaciones de los cuerpos que sostienen un proyecto. No está bueno generar deudas nunca. Esto implica que nos generemos deudas para nosotros mismos en lo personal. Esa deuda es constante, pero es con nosotros y uno decide cuánto puede seguir sosteniendo esa deuda con uno mismo en términos económicos, y dejar de llamarlo deuda porque es en el marco del trabajo voluntario.

No fue una opción por el momento. Creo que accederíamos a una cosa así únicamente ante un tipo de emergencia. No quiero poner ninguna sobre la mesa para no llamar al mal agüero, pero digamos que si algo que hace depender la transmisión, esa puede llegar a ser una posibilidad. Y creemos que en todo caso hay pasos anteriores a endeudarte con un banco que es hacer eventos, endeudarte con varios amigos en tal caso. No sé cuán posible es eso ahora por las arcas de las organizaciones sociales, pero puede ser esa modalidad, o continuar con el ajuste hacia adentro: “por un mes no se perciben retribuciones si queremos seguir”. Hay muchas variables antes. Incluso hay proyectos de financiación más relacionados a trabajos cooperativos y espacios comunitarios que lo que los bancos pueden comprender: microcréditos con tasas menos usureras orientadas a lo cooperativo, espacios que financian algo puntual, por ejemplo la heladera del bar, te prestan la plata puntual y la devolvés en un año y medio, con el mismo funcionamiento de esa heladera… preferimos evaluar esas posibilidades antes de un crédito bancario.

Otra puntual, con lo que se llama barreras de ingresos, distintas dificultades que uno encuentra a la hora de encarar un proyecto. En el caso de La Tribu lo convertiremos en algo de a la hora de La Tribu encarar un nuevo proyecto, ¿qué barreras se encuentran y cómo se encuentra La Tribu ante esas cosas? ¿Se ven mejor que otras, quizás a la hora de papeleo, financiamiento, impuestos, etc?

Como barreras muchas veces el éxito de tener 27 años [N. del E.: al momento de la publicación La Tribu ya cumplió 28 años] y seguir vivos y a los gritos, a veces te plantea también ciertas barreras cuando se quieren hacer proyectos hacia afuera. Esa sostenibilidad o éxito en la gestión hace que “no necesites ningún apoyo para sostenerte”, lo cual es una debilidad y una tristeza, porque los apoyos siempre son bienvenidos sobre todo con todas las características que nombrábamos anteriormente. En cuanto a otro tipo de consecución de recursos, pensando en la publicidad, las condiciones en las cuales se transmite en la ciudad de Buenos Aires generan también dificultades ante eso, porque las interferencias que nosotros tenemos hace que no sea demasiado claro el alcance de nuestra transmisión y que no sea dentro de los términos en los cuales deberíamos poder transmitir, por ejemplo. Y eso no en cuanto a la relación con organizaciones amigas y ese tipo de otros acuerdos publicitarios de canje o de difusiones de intercambio, que podemos llegar a hacer, pero sí cuando se piensa en la cuestión de la publicidad más con empresas y demás que nombrábamos anteriormente. Eso termina siendo y hasta con pequeños comerciantes. Cuando uno se aleja un poquito del barrio, en distintos sectores hay interferencias a veces más lógicas y a veces que no entiende por qué, y que tiene que ver con la desregulación, y la saturación del espectro radioeléctrico que afecta a todas las radios de la ciudad de Buenos Aires.

Con respecto a la comparación con otros espacios comunitarios a la hora de encarar nuevos proyectos, sí creo que por la historia que tiene La Tribu, por la estructura que maneja, estamos en mejores condiciones que gran parte de otros proyectos. Por eso también tratamos a través de los cursos de capacitación y distintos encuentros con otras radios, compartir algo de la experiencia para que ese aprendizaje que tenemos en el sostenimiento de la casa lo puedan tener otros espacios. Pero es como muy difícil pensar cuán buena es la plataforma que tiene La Tribu, porque muchas de las cosas están sostenidas en una enorme precariedad que no tienen que ver con nuestra forma de gestión sino con la precariedad de tener un proyecto así en nuestro país. Entonces todo lo que podés considerar un buen plafón puede volverse nada de un momento a otro, y esto lo cuento como una sensación personal, más allá del gobierno anterior, uno sintió un nivel de protección a proyectos como los nuestros ante riesgos que teníamos en el pasado y tenemos en el presente, una sensación que dejamos de sentirla… Había instancias políticas donde podían resolverse las cuestiones, mediante el diálogo o espacios generados institucionalmente que hoy no valen nada, y están tomados por el mercado y la tecnocracia. Ante eso lo que podés considerar un buen plafón, puede volverse en nada de un momento a otro, y si vivimos durante un tiempo pensando que La Tribu es intocable, por su historia, por el cariño y la tradición, eso hoy vale poco, hasta cuando Hebe de Bonafini puede ser llevada por la fuerza a declarar… Si ni las Madres de Plaza de Mayo tienen ciertas garantías, menos lo va a tener una radio comunitaria.

Con audiencias: Qué relación tienen, si tienen participación económica en el proyecto, si es un fin la audiencia como objetivo o no…

Audiencia es objetivo, sino no seríamos radio. Nos sentaríamos a hablar entre nosotros. Nosotros consideramos al oyente como radioparticipante y tratamos de generar las distintas instancias para que eso sea así, para que no sea solo un oyente y que haya posibilidades de acercarse y tener encuentro cara a cara o cuerpo a cuerpo. Desde ese lugar funciona mucho lo que se propone el espacio cultural o el bar y las actividades culturales que se brindan. Nosotros no tenemos en este momento ninguna forma de apoyo directo económico de los radioparticipantes, aunque sí creemos que mucha de la gente que participa de los distintos eventos de La Tribu o los talleres, que directa o indirectamente generan recursos para la organización, son personas que a la hora de prender la radio, muchas veces eligen La Tribu. Más allá de que no va a ser el 100%, y está bueno porque no habría posibilidades de crecer.

No tenemos un debate saldado, casi te diría ni siquiera dado, acerca de la cuestión de la búsqueda de audiencia. Sí creemos que estamos en un momento y en un contexto político en el cual podemos llegar a más gente y queremos de alguna manera aprovecharlo, pero al mismo tiempo no tenemos dado ese debate que fue tan caro a las radios comunitarias en la década del ’90 entre la búsqueda de masividad o incidencia. En términos personales, como proyecto político comunicacional, lo importante es la incidencia en cuanto a las visiones transformadores que podemos llegar a llevar a la práctica desde un proyecto como este y si esa incidencia tiene que lograr cierta masividad, será una de las vías para lograr esa incidencia, pero la masividad como una búsqueda no creo que sea el objetivo de un proyecto como este. Eso más a título personal porque no tenemos un debate sobre esto. Sí tenemos un debate sobre la consideración de La Tribu como proyecto político comunicacional, con objetivos políticos, con visiones que tienen que ver con transformar las relaciones que nos damos dentro de la sociedad y solemos imaginarnos como un laboratorio de formas de vida posible. Y desde ahí la práctica y el compartir la práctica que tenemos son desde distintas, hasta transformadoras de la sociedad, son parte de esa incidencia: compartirlas y generar dudas, preguntas y transformaciones en el otro, invitarlo a que ese otro u otra que genere dudas y transformaciones para con nosotros, creo que es la forma de caminarlo y desde ahí también la consideración de radioparticipante.

Hay una radioparticipación también cuando el radioparticipante pasa a producir contenidos en La Tribu: la mayoría de la gente en La Tribu empezó escuchando La Tribu, o viniendo al bar o a un taller, y termina habiendo una participación económica, indirecta pero real en el laburo voluntario que termina haciendo para que el proyecto se sostenga. Ese es como un vínculo directo.

Sí estuvimos barajando cosas sobre aportes directos, donaciones, club de oyentes, que no están saldados. Pero sí que más gente interactúe con La Tribu: se empezó a dar y estamos dando pasos al respecto y la ideas es sacar una campaña de visibilización del dial y la web en la calle, en las redes sociales. Sabiendo que muchas personas están un poco perdidas en cuanto a qué escuchar, cómo informarse, por esto que se denomina cerco mediático. Y ahí sí que la discusión está un poco más avanzada para caminar hacia eso, y en mi caso haciendo un programa todos los días que lo que tengo al alcance de la mano de conectados online, es un poco un vicio. No termina de tocar los mecanismos de producción y contenidos, pero a uno se le va introyectando una lógica de cuando algo levanta, cuando algo baja y aunque sean porcentajes mínimos, uno no deja de evaluar ese tipo de cuestiones. Hasta el momento no ha tenido un impacto en cambiar ni contenidos ni mecanismos de producción, pero tampoco lo negaría como que no nos importa…

Y de hecho en eso sí vemos como muy importante notar los comportamientos de las audiencias hoy, y empezar a ver esta radio expandida que ya es un hecho como una modalidad innata de cómo se tiene que hacer radio hoy. Que no podes confiar únicamente que la gente esté en vivo y directo, entonces la diversidad de producción, partir el contenido en vivo para la web, todo este camino tiene que ver con llegar a más personas, si no no lo haríamos. No es porque nos gusta, de hecho precariza mucho el trabajo.

Pero ahí la cuestión tiene que ver con cuál es el objetivo y cómo vos te lo presentás. Obviamente vos querés llegar a más personas, pero ¿cuál es el objetivo? El objetivo es gritarle al mundo lo que tenés para gritarle, entonces ahí es donde se da vuelta. Si no pensáramos en la audiencia no haríamos radio, haríamos una discusión literaria en el bar y charlaríamos entre los que vienen, pero creo que el objetivo hace a la cuestión y cómo eso se apropia.

Y obviamente por eso mismo, de pensar a la radio como algo que excede y desborda lo radiofónico, nosotros nos posicionamos y nos presentamos como un proyecto de comunicación. Hoy en día la radio es como la antena, el núcleo en torno al cual gira el proyecto, pero todas las herramientas de comunicación disponibles para el objetivo son plausibles de ser tomadas y explotadas, destruidas y vueltas a construir para tratar de decir lo que queremos decir y eso está bueno porque es realmente así.

A veces nos abrimos un poco a formas que ni siquiera podemos abarcar entre nosotros mismos pero pensamos realmente la comunicación desde todos esos lugares: hay una reflexión sobre el uso de las redes sociales, cómo usarlas para el proyecto y demás cuestiones que hacen a cosas que están ligadas a la radio y que no son la radio.

FOMECA y Medios Vecinales: ¿Cómo están ahora esas fuentes de financiamiento medios vecinales? ¿En algún momento se percibió condicionamiento editorial a la hora de recibir subsidios?

Con FOMECA: a partir del nuevo gobierno, han dejado de pagar las cosas que ya estaban concursadas y ganadas por las organizaciones. En nuestro caso nos deben dos mitades de dos líneas de financiamiento y una entera para gestión integral del proyecto. Era dinero con el que contamos en las proyecciones económicas de la casa, las inversiones necesarias, y estamos estableciendo herramientas políticas para poder cobrarlo.

En cuanto a Medios Vecinales por ahora continúa con la asunción de Larreta en la Ciudad. La ley sigue vigente, seguimos cobrando con demoras la publicidad que establece esa ley. Y se habla de que la nueva actualización no va a ser automática para los medios que ya están en el registro. Si bien había que reinscribirse, no estaba la amenaza. Prácticamente la reinscripción era un hecho. Hoy dicen que van a volver a evaluar un poco todo para un nuevo período, con un discurso democrático por supuesto. Si vos venís cobrando se lo podés dejar a otro que nunca recibió financiación, en vez de pensar en la importancia de que crezcan los medios vecinales y que crezcan en vez de reemplazarlos. Hoy hay que decir que si bien hay demoras, sigue vigente. Se ha dado un proceso de digitalización de todas las presentaciones. Han quitado laburo humano para poner recursos en otras cosas.

Y condicionamientos no. Ni con FOMECA ni con Medios Vecinales. Sí en el caso de Medios Vecinales, te mandan un spot y no lo podés elegir. Sí hemos discutido algunos contenidos, les hemos dicho que era poco inteligente que a radios comunitarias les mandaran algunos contenidos: “afiliate a la Policía Metropolitana” en La Tribu. Pensalo un segundo y mandá otra cosa…

En los FOMECA no, más que algunas cosas que tienen que estar los corchetes avisando que determinado proyecto está financiado…

Lo que sí pasó con Medios Vecinales a partir de Larreta, empezaron a mandar un gran bombardeo de correos electrónicos de acciones de gobierno, pensando que los medios vamos a tomar algo de eso. Sin presión de usarlo, pero empezaron a producir pensando en los medios.

Lo de FOMECA no solo no se pagaron los proyectos, sino que los proyectos que corresponden a 2016, incluidos en el presupuesto nacional, no se ha abierto ninguna línea (N. del E.: esto cambió desde la entrevista)

¿Es tabú cobrar por participar? Y además, ¿tienen compañeros sindicalizados? ¿Por decisión o por obligación?

Yo no creo que sea tabú… Nosotros pusimos la discusión sobre la mesa hace muchos años. Para determinadas tareas estaba bastante saldada casi desde el origen. Sí que en momentos de crisis económica suele ser un poco tabú incrementar salarios o ampliar la cantidad de gente que recibe remuneración. Más que tabú, es difícil. Es difícil hablar de dinero. Podemos tener muchas afinidades políticas y cuando hay un peso sobre la mesa, las discusiones son más álgidas que discutir la macropolítica mundial.

No hay sindicalizados, porque no tenemos empleados dentro de La Tribu, no tenemos salarios, no tenemos lucha sindical, no tenemos mejores condiciones que darnos, las condiciones son las que nos ponemos nosotros para participar de un proyecto como este, tratamos de consensuar las mejores. Por eso no tenemos integrantes de La Tribu sindicalizados.

Respecto de financiamiento y pensar en guita: ¿las redes de las que participan piensan en el financiamiento y discuten estrategias a nivel red? ¿se habla de guita en esas reuniones o estructuras tipo red? Y otra: ¿la seguridad jurídica es una barrera de ingreso (no tener licencia)?

En las redes se piensan las cuestiones de la sostenibilidad con las dificultades que las redes tienen y con la diversidad de proyectos que participan en cada red, y la diversidad de posibilidades de acceder a los distintos financiamientos, pero es una discusión. Cuando decía de activar políticamente para que se paguen los FOMECA, se hace en red. O en su momento cuando se hizo la disputa para acceder a las pautas oficiales, se hizo en red. Se piensa una cuestión similar hoy en día. Después hay particularidades de cada proyecto, de los contextos, que escapan a las posibilidades de la red, pero es preocupación de los proyectos, es preocupación de la red, básicamente, y de discute en esos ámbitos también la cuestión del financiamiento y la sostenibilidad de cada proyecto.

Y con respecto a la seguridad jurídica: no sé si de manera directa, pero la poca certeza de dónde se escucha la radio y dónde no, termina siendo algo que complica el financiamiento, sobre todo con la publicidad. Eso, una seguridad jurídica podría acortarte el rango por el que tenés que moverte con claridad. Si tenés una licencia, regulás el espacio y transmitís dos manzanas, es un garrón, pero sabés que en esas dos manzanas tenés que hablar con todos los comerciantes.

A nosotros no nos afectó, pero sí en la realización práctica de los fondos concursables, fue un problema, porque esa misma inseguridad jurídica hacía que muchas emisoras comunitarias no pudieran acceder a los fondos porque justamente no eran emisoras reconocidas por el Estado.

Fijate lo que era el diálogo en ese momento: cuando eso se puso sobre la mesa, se buscaron herramientas y se crearon entre las organizaciones y el Estado, herramientas para que esos grupos con inseguridades jurídicas pudieran participar de esas modalidades. Tuvimos que discutir, pero existían esos canales que hoy no se dan…

Entendemos que de motorizarse nuevamente los FOMECA, ante las acciones que este gobierno ha llevado adelante últimamente, que ha sido calificar a los proyectos o emisoras sin licencia como ilegales o clandestinos, que ameritan ser cerrados y sus transmisores confiscados… entendemos que ese camino no se va a continuar, pero como los FOMECA están parados tampoco nos dan la posibilidad de confirmarlo.

¿Han accedido, o pensado en hacerlo, a proyectos de cooperación internacional?

Sí, hemos accedido a proyectos de cooperación internacional. Durante mucho tiempo fueron una de las formas que La Tribu encontró para, sobre todo, conseguir los recursos para articular con otras radios y colaborar en el desarrollo del movimiento de radios comunitarias en Argentina, en la región más próxima, Cono sur, y en América Latina en general.
Fueron por proyectos de cooperación internacional que se llevaron adelante alguno de los proyectos más interesantes que se dieron en la década del ’90 y la primer década de los años 2000, como por ejemplo el proyecto Ritmo Sur y el proyecto Interconexiones. Ambos se dieron a nivel de América Latina y promovieron el desarrollo de intercambios y trabajo en conjunto entre distintas radios de distintos lugares, de distintos países y del interior de cada uno de los países. Generando intercambios de gran riqueza y además colaborando en la construcción de las redes [de radios], ya sea tanto a nivel local como a nivel regional.
También es a través de cooperación internacional que se llevó adelante todo el proyecto que tiene que ver con el desarrollo de las radio del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero, Argentina), que a lo largo de 15 años se construyeron algo así como 6 radios y un centro de producciones. Eso fue financiado por cooperación internacional y trabajado de manera voluntaria por ambas organizaciones.
Así que hay diversas experiencias, hay otras más, esas son solamente las más interesantes de los últimos tiempos. Pero sí hay varias experiencias de acceso a dineros que vienen de cooperación internacional y una utilización no solo a nivel individual, de nuestra organización, sino más bien a nivel colectivo, de todo el movimiento de radios comunitarias en general.

¿Tienen ingresos por servicios: capacitación, premios, producción de contenidos, etc.?

Desde el comienzo casi La Tribu se planteó tener un área de formación o capacitación que acompañara los procesos de la organización y eso tiene distintos objetivos: uno de ellos es la generación de recursos para la organización en general. Y otros son: compartir saberes, estructurar formaciones, generar intercambios y otras cuestiones. Pero también tiene en cuenta la posibilidad y necesidad de generar recursos para sostenimiento de la organización en general.
Dinero por premios hemos tenido. No es algo estructural porque uno no gana premios cuando quiere. Sino que a veces toca. Hemos tenido la suerte de haber ganado algunos premios que, más allá del premio en sí, y la felicidad que provoca el reconocimiento hacia la producción, se han traducido en dinero para la organización, como algunos premios en la bienal de radio de México y un premio en Francia para una producción que se hizo sobre trata de personas, hace unos 4-5 años. Esos son los que recuerdo, obviamente hay más pero sí, los hemos tenido.
Y producción de contenidos sí está en la carpeta, lo hemos hecho en algún momento y con diversos resultados, no solamente producción de contenidos que se realice enteramente en LT para otra organización sino colaborar en la producción de contenidos de otros y que eso, directa o indirectamente genere recursos para la organización. Las dos cosas han sucedido y se tienen en cuenta como posibles para la generación de recursos de la organización en general.

¿Qué experiencias han tenido con crowdfunding o formas similares de recolección de fondos?

Siempre estamos tratando de indagar nuevas formas de generar recursos para hacer las cosa que nos interesa hacer políticamente en el momento que habitamos. Y sí hemos probado con crowdfunding, por ejemplo para la realización del disco Cuerpo, que era un disco que se hizo a partir de la muerte de un militante del Partido Obrero a manos de la burocracia sindical y que tenía destinados los fondos, no solo para la producción del disco en sí, sino una vez que se generen las ganancias apoyar a la organización CORREPI que era querellante de la causa y que apoya a víctimas de violencia institucional. Y CORREPI misma tiene como una metodología de financiación que es compleja, porque no aceptan dinero prácticamente de nadie, entonces, un poco por la complejidad del caso y un poco por las organizaciones con las que estábamos trabajando, y porque sentíamos que era una forma muy linda de hacer una producción como esta, que ya estaba de alguna manera teñida de un montón de oscuridad, era la de brindarle luz al tema y avanzar por esa financiación colectiva del disco Cuerpo, que fue un éxito.
Es complejo a veces el crowdfunding en sí, en cuanto a la utilización de las tecnologías para con nosotros, y en las sociedades en las que vivimos, que todavía son un poco reacias a usar esas plataformas. Y nosotros decidimos no utilizarlas: mucho del crowdfunding que se hizo para Cuerpo fue con cuaderno y lápiz, y un par de etiquetas de Cuerpo, más que a través de las plataformas que en la red están para “ayudarnos” a hacer eso. Se hicieron las dos cosas y la que más funcionó es la manera artesanal. Y creo que eso es para destacar. Se hizo así: con venta anticipada, financiamiento colectivo. Que ahora le podés llamar crowdfunding…

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