Una breve reflexión sobre las radios sociales y la migración hacia el software libre.
Las realidades latinoamericanas son complejas y trabajar en medios de comunicación no es nada fácil. Ni en términos económicos, ni en términos políticos y de seguridad. México es de los países más peligrosos para ejercer la profesión. En 2012 hubo periodistas asesinados en Honduras, México y Brasil y en una veintena de países más (ver el Barómetro de la libertad de prensa de RSF). Entonces, ¿debe ser el software libre la prioridad de los medios de comunicación?
Así suena extremo, claro. Las radios sociales tienen una agenda bastante nutrida. No sólo porque acompañan a los procesos de los movimientos sociales y organizaciones populares, que bastante agitados están, sino porque estos últimos años vienen atravesando escenarios que las interpelan directamente.
Por ejemplo, en lo legislativo. Argentina, Ecuador, y Uruguay, han tenido espacios de debate o sanción legislativa en materia de comunicación. Las radios han tenido la oportunidad de hacerse presentes y tener un rol protagónico en la redacción de las leyes de comunicación. Esto es un paso importante pero que ha significado un esfuerzo enorme: en capacitarse, en discutir, en consensuar posturas comunes para el sector. ¿Quedan, entonces, energías para incorporar una línea de trabajo más como es la cultura libre y la adopción de software libre?
Pues debería. Las herramientas informáticas son, cada vez más, inescindibles de los procesos de comunicación mediada. Y es por eso que no pueden estar en manos de empresas que marquen la pauta de cómo debemos comunicarnos y a qué precio. Usar software libre es más barato, más seguro, más ágil. Y nos permite llegar a niveles de autodeterminación tecnológica que impactan sobre todos nuestros procesos comunicacionales. Es decir, en términos prácticos, significa que podemos usar las versiones que queramos hasta que queramos, no tener virus, no tener que crackear los programas, etc. En términos éticos, que estamos utilizando herramientas que son fruto de la construcción colectiva y la circulación libre del conocimiento.
Aunque deber es una palabra horrible. Pero la migración hacia el uso de software libre se puede hacer de manera paulatina y sin que signifique un quiebre drástico. Se puede empezar por usar programas libres en Windows. Por ejemplo, los navegadores, los procesadores de texto o planillas de cálculo (pueden probar con Libre Office). Después, se puede seguir con los programas más específicos. De a poco. Si tenemos que hacer una edición de audio sencillita, de cortar y pegar, por ejemplo, podemos probar Audacity. Si tenemos que redimensionar una imagen o recortarla, podemos probar con Gimp.
A esa altura, ya será prácticamente lo mismo y podremos cambiar el sistema operativo a GNU/Linux. Hay varias opciones Ubuntu, que habrá que discutir si siguen tan libre como comenzó; Debian, Fedora, y otras-. También hay una comunidad de gente dispuesta a asesorar y ayudar en la migración. ¡Solo hay que pedirlo! Por ejemplo, al consultorio técnico de los amigos de Radialistas.
¿Usar software libre va a evitar que sigan hostigando a las radios sociales, que las decomisen, que persigan a sus miembros y va a lograr que se sustenten económicamente? Por el momento no, aunque podríamos discutirlo. De todos modos, lo que va a lograr es que tengan mayores niveles de autonomía y que, al menos, no reciban la incómoda visita de las cámaras de empresas de software por ser, una vez más, piratas.
Es interezante que desde los medios comunitarios, alternativos y populares empezemos a hablar de estos tema que son importantes pero como siempre tenemos muchar urganecias no lo hacemos,desde Córdoba estamos trabajndo con algunas radios organizaciones sociales con el uso de soft libre, cuando tengamo mejor sistematizado el material lo ponemos libre circulación.
Buenísimo Javier, mantenenos al tanto y en lo que podamos ayudar, decinos
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