Analizamos una nueva plataforma para subir audios online en forma gratuita.
Quinta entrega: SoundCloud.
Para obtener una cuenta en SoundCloud podemos acceder a través de nuestros usuarios de Facebook o Google, así como crear una cuenta con nuestro correo electrónico. Si ingresamos con esta última opción, nos solicita elegir una clave y decir nuestra edad. Luego nos pide que seleccionemos un nombre de usuario ( display name ) y que digamos nuestro género, con las opciones de no decir o de elegir el que nosotros elijamos ( custom ), en un gesto inclusivo pocas veces visto.
A continuación nos enseña a usar la plataforma, repasando la utilidad de los likes. También nos permite elegir algunos géneros musicales de nuestro interés para hacernos algunas sugerencias. Un clásico ya, de todas las plataformas, que no nos genera mayor interés. Seguramente alguien le encuentre su utilidad.
Subir un audio
La navegación en SoundCloud la manejamos desde la barra superior, donde tenemos las opciones de nuestro perfil, ir al home, opciones de notificaciones, etc. Y lo más importante: el botón de upload para subir nuestros audios.
Nota: si es la primera vez que usamos la plataforma, y acabamos de crear nuestra cuenta, tenemos que ir a nuestra casilla de correo para buscar el enlace que nos permita confirmar nuestra cuenta.
Podemos subir un audio, desde nuestra computadora, o realizar una grabación en vivo. Elegimos la primera opción y seleccionamos los archivos de audio a subir. En el caso de subir varios al mismo tiempo, SoundCloud nos permite marcarlos desde el inicio para hacer una playlist.
Mientras sube nuestro audio, aquí aparece uno de los puntos fuertes de esta plataforma: la interfaz nos permite completar toda la información, la metadata y los permisos del archivo mientras se realiza la subida.
En la información básica podemos: elegir una foto para el audio, así como un título y un género. Si bien hay varios géneros, destacamos que se puede seleccionar entre categorías musicales y de audio. En la segunda opción encontramos por ejemplo: audiolibros, educativos, entretenimiento, narración y deportes, entre otros. Punto a favor, si bien se olvidaron de la más importante para nosotros (sí, falta “radio”).
Además del género, podemos definir nuestro audio con los tags o etiquetas de nuestra preferencia, así como agregar una descripción extensa del mismo (con un límite de 4000 caracteres).
Pasando al apartado de la metadata, encontramos muchas opciones, la mayoría de ellas destinadas a pistas musicales. Debe ser uno de los principales motivos por los que tantos músicos utilizan esta plataforma: puede poner la mayoría de los datos que tienen los discos publicados por empresas discográficas.
Además, por suerte, podemos asignar a nuestro audio una licencia Creative Commons, con todas las opciones disponibles. Otro punto a favor que le otorgamos a esta plataforma.
Cuando pasamos a la sección de los permisos para nuestro audio, encontramos más opciones interesantes: podemos permitir o no que nuestro audio sea embebido, descargado, compartido por RSS, y decidir si queremos o no que se escuche en las distintas versiones móviles de Soundcloud tanto como offline.
Le damos save a nuestro audio y lo tendremos listo para compartir, sea con un enlace directo o a través de las principales redes sociales.
Reproducir un audio
El reproductor de SoundCloud es uno de los más difundidos, por su correcto funcionamiento, su bonita apariencia y su capacidad de funcionar directamente desde Facebook y Twitter, además de una buena prestación cuando está embebido en nuestros sitios web.
Es fácil de usar, tiene una gráfica atractiva que simula con barras lo que ocurre con el sonido y tiene prácticas opciones para compartir el audio.
Desde la página del audio en Soundcloud, podemos elegir varias opciones presionando el botón share. Además del enlace directo, y la inserción en redes sociales, tenemos características muy variadas a la hora de insertar los audios en nuestros blogs o páginas web.
En embed tenemos dos opciones de reproductor: una “visual” y una “clásica”. La primera nos permite destacar la imagen que hayamos seleccionado para el audio, manteniendo además las barras que animan la reproducción. Y podemos elegir entre tres tamaños: 300px, 450 px y 600 px. El que seleccionemos ajustará la altura en píxeles del reproductor.
Ejemplo de 300px:
Ejemplo de 600 px:
Por otra parte, en la opción “clásica” podemos elegir el color del botón de reproducción y el embed ocupa una altura de 166 píxeles, tal vez acorde para cuando necesitamos reproductores más pequeños, no tan invasivos desde lo visual.
Ejemplo de reproductor “clásico”:
Uno de los puntos débiles de SoundCloud, y quizás el gran factor en contra de esta plataforma, es que la cuenta gratuita solamente nos da 180 minutos de capacidad.