Una reseña de la visita a una radio comunitaria de Medellín que trabaja con la gente en medio de los rezagos de un conflicto social que aún pone en riesgo los espacios públicos.
Caminar por las calles de Prado Centro en busca de aquella radio, me recordaba un poco al querido Barranco de Lima, solo que esta vez el corazón me latía más fuerte de lo normal. Y entre Carrera 50 y Calle 50, allí estaba, La Esquina.
Me reciben y me piden esperar un momento. Después de unos minutos baja Dione Patiño, nos saludamos y subimos a la cabina para que pueda contarme de esta esquina.
Una de las problemáticas más importantes que tiene actualmente Colombia, y Medellín en particular, es la situación de conflicto por temas territoriales donde los grupos armados tienen el poder, y donde han logrado crear barreras invisibles: allí entrar a un barrio ajeno se paga con la vida. Una situación que además ha llevado a las autoridades a encontrar la supuesta solución en la fuerza pública, una salida a corto plazo que deja muchos vacíos en el desarrollo.
Como era de esperarse, esto posee un efecto directo en el desempeño y desarrollo de las radios comunitarias. Estábamos perdiendo la oportunidad de que la gente haga radio, sobre todo por las dificultades para que suban con tranquilidad a las comunas, donde tenemos una de las ubicaciones de la emisora. Unos por miedo, pero también porque estos grupos de poder solo te permiten llevar una cantidad de personas. Y por eso abrimos una cabina adicional más céntrica donde utilizamos Skype y otras nuevas tecnologías que nos ayudan muchísimo, me contaba Dione mientras yo veía cada rincón de esa cabina.
Lo que muestra ser un contexto negativo para la comunidad en general, llevó a La Esquina a encontrar un nuevo rumbo que probablemente sea uno de los sellos que los caracteriza: la radio en la calle. Es así que, por ejemplo, van a la casa de un niño poeta que vive en la Comuna 13 y emiten el programa desde allí, siempre tratando de enfocar la emisión desde la comunicación para la paz.
Pero, ¿cuál ha sido el efecto de este modelo de trabajo en la comunidad? Me cuenta Dione que los participantes no solo se identifican más con la emisora y se convierten en fieles oyentes, sino también sienten un agradecimiento por, como ella dice, convertirlos en seres visibles en una ciudad tan grande donde pareciera que no fueran más que ‘ciudadanos del común‘.
El nombre de la radio, continúa contándome, se decidió por una costumbre colombiana de utilizar las esquinas para reunirse con los amigos; puntos de encuentro que luego se transformaron en el principal blanco de la limpieza social de los grupos armados durante el estallido del conflicto. Hoy, el 90% de la emisión de La Esquina es desde la calle lo cual está logrando, en los sectores con los que se trabaja, que la connotación positiva que tenían estos espacios se posicione nuevamente en los imaginarios de la gente.
Y es así que en esas calles, en esas esquinas, nacen todos los meses piezas que enfrentan las debilidades sociales de la ciudad desde una perspectiva optimista. Por ejemplo, algo tan delicado como la desaparición de personas en Medellín fue en marzo el tema principal de la producción, pero con mensajes cuyo enfoque aterriza en la esperanza:
“Yo soy Carmen, a mi hijo lo desaparecieron hace 2 meses, pero yo estoy segura que mi hijo va a regresar.”
La Esquina forma parte importante en el desarrollo de los sectores inmediatos con los que trabaja y los cuales cada vez participan más activamente; pero la lucha no acaba ahí y la esperanza crece. Para Dione y su equipo La Esquina tiene muy claro su papel y qué quiere transformar, y cada franja aporta a esa transformación.
Ya casi es hora de regresar y dejar a Dione avanzar con algunos trabajos que he escuchado ha atrasado por mi visita. Voy reafirmando que lo que ha pasado con ellos no ha sido casualidad, y mucho menos improvisación, pues una radio que se alimenta de la gente y honra nociones como comunidad y desarrollo, sobre todo en un contexto tan arriesgado, tiene expectativas y responsabilidades muy altas que cumplir. No hay jefe más exigente que la misma gente.
Me alejo así de esa esquina, llena de inspiración por aquel encuentro que inició con un saludo formal, y terminó con un cariñoso abrazo.
No olviden darse una vuelta cuando puedan por esa esquina: La Esquina Radio
[…] La Esquina, un punto de encuentro radial para Medellín Por Carol Torres Villachica, CPR-Perú. Leer + […]