Entrevista con Rodrigo de FM Alas de El Bolsón, Río Negro.
¿De qué modo se sostiene FM Alas? ¿Qué métodos encontraron para sostenerla?
Alas es una asociación civil sin fines de lucro, constituida por vecinos y vecinas de la comunidad de El Bolsón y la Comarca Andina del paralelo 42. Que en la mayor parte de los casos desarrollan proyectos de vida autosustentables. Además de generar sus propias condiciones de existencia, con actividades formales, un porcentaje muy elevado de su cotidianeidad está soportado sobre, por ejemplo, la agroecología; pequeños emprendimientos tanto familiares como comunitarios, que tienen relación directa con la producción del alimento; el principal sustento, a partir de la propia tierra y del equilibrio con la naturaleza. Dadas las condiciones de este lugar, eso todavía es posible. Y es además una elección de vida de la mayor parte de los integrantes de este colectivo.
Desde esa realidad es que, también, buena parte del sostenimiento de esta emisora tiene que ver con la voluntad puesta cotidianamente en este proyecto. Es decir: ninguna de las personas que integran el proyecto de FM Alas se siente un trabajador asalariado de este espacio. Cada uno es integrante de este proyecto porque hace uso legítimo de su derecho humano a la comunicación. Entonces como activistas de nuestros Derechos Humanos es que formamos parte de este colectivo.
Y lo que hacemos, básicamente, es mancomunar esfuerzos para poder sostener el proyecto cotidianamente, pagando un alquiler, pagando la luz. Generando los recursos indispensables para el sostenimiento de la actividad comunitaria que llevamos adelante, que tiene que ver, hoy por hoy, con una radio, con antena, con consumo eléctrico de un transmisor, con dispositivos técnicos. Y también con un espacio de encuentro: es una casa abierta al público cotidianamente.
Básicamente los diferentes aspectos que tenemos para conseguir ese dinero son: la gestión de auspicios, es decir, de promociones de pequeños comercios de la zona, de emprendimientos productivos, de proyectos como por ejemplo la feria de El Bolsón (una feria que tiene un lugar que se llama La Despensita donde circulan productos de origen local). Muchos de la economía social y solidaria.
Otro de los aspectos es la colaboración, por parte de los diferentes grupos que llevan sus programas al aire: se hace un aporte en forma de socios de la asociación civil para sostener los diferentes gastos.
Tenemos un emprendimiento que es un estudio ampliado, de la radio, de Alas, que es un espacio al que asiste gente que en muchos casos hacen aportes en forma de bono contribución. Hacemos también actividades con bufet, esporádicas; hacemos rifas de ventas de empanadas; hay programas que están rifando un corderito o algún producto campesino de la zona.
También hay aportes de radioparticipantes en algunos casos; hay aportes desinteresados de algunas personas, que se acercan y se solidarizan con el proyecto y hacen una donación espontánea. Sobre todo hay mucho trabajo voluntario: mucha participación ciudadana que sostiene con su cotidianeidad, su tiempo, sus propias manos, la existencia de este proyecto. Por ejemplo: mingas solidarias para arreglar algo que hay que arreglar.
Es una sostenibilidad que no pasa solo por la dimensión económica del dinero, si no por la dimensión de la participación activa, que es otra de las formas de garantizar la existencia de estos proyectos.
Los radioparticipantes que mencionás que hacen un aporte, ¿ustedes los han buscado con un plan o son casos espontáneos?
En otros momentos hubo una salida del tipo de Club de Radioparticipantes. De hecho en un momento de la historia de la radio, el espacio de la casa se sostenía exclusivamente con aportes del club. Era una actividad que tratábamos de sostener y estimular. En este momento no funciona de esa manera pero de todos modos hay radioparticipantes que siguen haciendo aportes, incluso desde aquella época.
Muchas veces esos aportes no son cuantificables en dinero (en una cuenta o en mano), si no por ejemplo en una casa de comidas que para una actividad pública donde haya bufet, nos donan sesenta docenas de empanadas, y así…
¿Han reflexionado sobre por qué no siguió el Club de Radioparticipantes con mayor formalidad? ¿Cambiaron los objetivos, nacieron nuevas fuentes?
Sobre todo tuvo que ver con algunos momentos del colectivo, que tuvieron que ver con “refundaciones”, por así decirlo. O momentos de quiebre en la historia del proyecto, que se alejaron unos integrantes y vinieron otros… Siempre tiene mucho que ver con las urgencias y emergencias. Muchas veces se pone esfuerzo en las urgencias cotidianas, lo que surge cada día, y se descuidan proyectos que tienen que ver con la sostenibilidad a mediano o largo plazo. Creo que pasa un poco por ahí. Por el asunto de haber puesto la fuerza común en aspectos que hacen a la vida social, pública y cotidiana que demandan de la cobertura y participación activa de los integrantes del proyecto.
También, hace poco tiempo hicimos una especie de área para la gestión de recursos para la construcción de un “nido propio”. Con la intención de llevar adelante actividades para poder tener en algún momento la casa propia de este colectivo. Incluso pidiendo donación de terrenos, de materiales, etc. También haciendo la planificación de una campaña de crowdfunding, para que cualquiera pueda aportar desde cualquier lugar del mundo, si se ve sensibilizado por la continuidad de este proyecto. Haciendo conciertos, fiestas, venta de remeras, etc. Recurriendo a una cantidad de alternativas para ir juntando ese dinero que ojalá, alguna vez, se conforme en esa casa nueva para el proyecto.
También pasa que hay fuerza esporádicamente puesta en esos proyectos y después momentos de la coyuntura, que demandan mucho de la energía colectiva en otros aspectos que no hacen tanto a la garantía de la continuidad del proyecto, si no a la tarea que tiene un proyecto de estas características en términos de su función social: salir a cubrir un hecho social relevante.
La búsqueda de la casa propia, es una campaña específica. ¿Lo están haciendo en este momento?
Sí, porque la casa que alquilamos hace más de quince años tiene un tiempo de caducidad del contrato y ya no se renovaría. Es una casa que está en venta. Vamos analizando la posibilidad de construir la casa propia o viendo la posibilidad remota de adquirir esta casa. Son situaciones de muchísima dificultad para estos proyectos.
¿Y estos métodos los utilizan también en el día a día, en el sostenimiento habitual? Pienso en la venta de remeras, o donaciones o en el crowdfunding… ¿Te parece que con objetivos concretos es más fácil llegar a obtener financiamientos o a seguir campañas donde se obtenga más apoyo?
Lo que sucede es que, al ser actividades esporádicas, por ejemplo un concierto a beneficio, para juntar dinero para la casa… la convocatoria, la circulación y el esfuerzo puesto en eso, rinde más. Pero cuando eso tiene que transformarse en una lógica cotidiana para sostener el día a día, de a poco estas actividades empiezan a decaer. No todo el tiempo hay grupos musicales dispuestos a una vez por semana hacer una actividad pública, de gran alcance, y la participación también activa de la gente que pueda hacer su aporte… En el día a día eso se vuelve más complejo en términos de la sostenibilidad. Lo que sí tratamos de hacer es generar una dinámica de sostenimiento que sea mediante fuentes diversas: no una fuente fuerte que garantice la sostenibilidad, que si un día se cae por equis razones, se termina también la sostenibilidad con eso, sino: muchas fuentes diversas, pequeños aportes que hagan al sostenimiento cotidiano. Y pienso también en proyectos productivos que están asociados a esta capacidad, que les decía, de hacer bufets esporádicos. Muchas veces cuando hacemos actividades con bufet es que hay productores, de cerveza casera por ejemplo (en esta región se produce mucha cerveza porque hay lúpulo). Entonces si vamos a tener expendio de cerveza en el bufet, esa cerveza es aportada por productores de la zona. Muchos de nosotros también producimos esos alimentos o productos que circulan en esas actividades. Y al mismo tiempo sostenemos el espacio y también garantizamos que los productos que estamos circulando sean de una calidad pertinente para compartir con nuestros radioparticipantes y con la gente que se acerque a esas actividades.
¿Tienen gente dedicada exclusivamente para la gestión financiera y la búsqueda de recursos o lo hacen colectivamente?
En algunas áreas hay personas específicamente llevando adelante una tarea pero la dimensión de las decisiones es colectiva, es en la asamblea semanal del proyecto. Luego hay una persona que se dedica exclusivamente a cobrar las publicidades. Hay un equipo que se dedica a la actividad administrativa: a pasar en limpio las cuentas y demás. Y seguir las presentaciones de los balances contables y otras formalidades. Pero tratamos que la dinámica de sostenibilidad sea transversal a todas las personas que integran el proyecto. Que todos seamos co-responsables en la gestión de nuestros recursos.
Pensando en los anunciantes, ¿la publicidad forma parte, como un porcentaje considerable de los ingresos fijos? ¿O la publicidad no la consideran un ingreso fijo?
No, es absolutamente minúsculo respecto de, por ejemplo, el ingreso que se genera por actividades públicas. Donde además, preferimos también poner el eje, porque creemos en la economía derivada de los encuentros sociales: es decir un espacio público, una actividad donde nos vemos cara a cara y otra persona se puede motivar de participar activamente. Eso tiene mayor impacto en la economía cotidiana de este proyecto que el dinero que se puede haber generado en esa actividad. Eso hace también que generemos muchas actividades públicas, muchos espacios de encuentro donde vamos generando la sostenibilidad cotidiana. Hoy lo que sostiene la radio son las actividades asociadas a la radio pero no la radio como especificidad técnica.
¿Y te parece que por el lugar en donde está la radio y por estos proyectos productivos (con estos actores que mencionabas) Alas está en una situación más favorable que otras radios que no están rodeadas de un contexto así?
Creemos que es una lógica que encontramos que nos permite sostener el mínimo indispensable de la existencia de este proyecto. Pero también sabemos que es un mecanismo muy inconstante. Es decir: el riesgo es cotidiano ante cualquier aumento, de por ejemplo el costo del alquiler, que es un riesgo brutal. Si aumentan los gastos fijos, se tiene que multiplicar el esfuerzo. También es obvio que las personas que acceden a participar, también producen para vivir, para sostener sus propias vidas. Entonces, realmente es finito, siempre la situación suele ser de crisis económica pero el esfuerzo puesto en los recursos, más allá de en el dinero, hace que se trate de un proyecto sustentable. Y en esos términos creemos que, desde nuestra mirada de la riqueza, que tiene que ver con la riqueza de la participación activa y el intercambio, somos absolutamente dichosos. Desde la mirada económica, estamos en crisis constantemente.
Respecto del “estudio ampliado” que mencionaste, ¿qué es ese espacio?
Así nombramos al salón de usos múltiples. Es el SUM de FM Alas. Todas las actividades que se hacen allí se transmiten al aire en vivo y en directo. Toca un grupo y sale al aire, todos los viernes y sábados hay actividades de esas características que salen al aire en directo. Y también por www.fmalas.org.ar por lo que se puede escuchar desde cualquier lugar del mundo.
¿Y ese espacio lo prestan a otros proyectos o personas como para obtener un recurso?
Sí, se hacen talleres también. Y, por ejemplo, hace unos días se hizo la Fiesta del Teatro acá en El Bolsón y una de las salas fue nuestro estudio ampliado.
Respecto de los subsidios estatales y la pauta oficial: ¿accedieron a FOMECAS? ¿Hay pauta oficial o municipal?¿Lo intentaron? Y si no lo intentan, ¿por qué?
En otros momentos lo intentamos con más vehemencia. En este momento político vemos que las trabas son muchísimas. Sobre todo en un país donde no hay una ley de pauta oficial, que se distribuyan equitativamente los recursos como debiera ser. Ocurre que nos encontramos, a nivel local, con el intendente al que le preguntamos cómo distribuye la pauta oficial y su respuesta es que somos una radio ilegal, desconociendo la historia de este proyecto. Eso como para que se den una idea del contexto político que evidentemente lo que hace es descartar la posibilidad de esas gestiones.
En otros momentos tuvimos pauta de la Legislatura de la Provincia de Río Negro, pero también por plazos muy cortos. Y en otros momentos hemos gestionado a nivel nacional, incluso nos anotamos en el registro de proveedores, etc. Y la respuesta fue que si no teníamos un vínculo directo, casi personal con alguien, no íbamos a conseguir esa pauta de ninguna manera. Eso en gestiones anteriores…
Y, por otro lado, sí nos inscribimos como integrantes de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), en los FOMECA. En coherencia con las políticas que se promovían desde esta red. Y accedimos a un FOMECA. De fortalecimiento técnico. Lo obtuvimos por un programa de radio en particular que era el servicio social de FM Alas: donde se leen los comunicados de la gente para la gente. Comunicados de toda índole: cultural, educativo, bolsa de empleo, etc.
Es interesante un caso como Alas en el tema de la pauta oficial municipal, porque en Buenos Aires siempre está el miedo a que eso condicione la línea editorial o que si sos crítico no te dan pauta… Y en Buenos Aires está despegado eso. En el caso de El Bolsón, se ve más esto, de que se monitorea para dar o no pauta ¿esto es así?
Lógicamente es así porque además están acostumbrados a moverse como patrones de estancia, a pequeña escala y con mucha impunidad. Además con lazos muy fuertes con gente que tiene mucho poder a nivel mundial. Sobre todo acá en la Patagonia donde en los últimos años se instalaron los más poderosos del mundo: estamos hablando de Lewis, de Benetton, de personajes que hacen a sus anchas con los poderes locales también: ponen sus propios candidatos, financian sus campañas, traen sus asesores de comunicación para entrenarlos, etc. Entonces nos pasa esto, llegamos al caso de que nos encontramos en la calle con el intendente para hacerle algunas preguntas, le preguntamos sobre la pauta oficial y evadiendo la respuesta, habla de esta radio como si fuese una radio ilegal, que no está inscripta en ningún registro. Desconociendo absolutamente, y en su propia voz (con el audio registrado), las características de la primera radio FM de esta localidad, una radio que tiene 29 años ya.
En lo que tiene que ver con los puestos de trabajo de los compañeros de Alas, ¿tienen un salario? ¿Cómo sería el sostenimiento cotidiano? ¿Hay compañeros que perciben un ingreso?
No, es absolutamente voluntario. Por eso les decía que no estamos en crisis, en crisis de dinero, porque las personas que participan lo hacen de manera voluntaria. Pero si en algún momento quisiéramos pensar que la sostenibilidad tuviera que garantizar la sostenibilidad de las personas que integran el colectivo cotidianamente, sería otra la realidad. Si me preguntan si estamos mejor o peor que otros proyectos, dadas las características del lugar… estamos en buenas condiciones porque las personas que integran este colectivo sostienen sus vidas con otras actividades que en muchos casos tienen que ver con la coherencia política de esas mismas personas: vivir de lo que puedan producir, sin aprovecharse ni devastar la propia tierra. Y esa convicción es lo que sostiene el proyecto. Pero nadie cobra por participar activamente de este espacio. En algunos casos, se puede pagar un viático para alguien que tuvo que llegar desde lejos. Pero no más que eso. El resto es voluntario para sostener el proyecto.
Que nadie cobre, ¿es una decisión? ¿Se lo plantean como objetivo en algún momento sostener a los miembros de la radio? ¿Es materia de debate?
Nos planteamos cotidianamente liberar a cada integrante de este colectivo de las lógicas de producción económica mediante la explotación. Eso es lo que nos planteamos. Y en el camino vamos viendo cómo se puede resolver eso para sostener la vida colectivamente. No pensamos este espacio como una fuente de trabajo. Lo pensamos sí, como un proyecto colectivo tendiente al buen vivir. Que garantice condiciones más justas de existencia en este mundo. Sabemos que no es la respuesta más sencilla a la pregunta pero sí tiene que ver con los debates que nos damos acá cotidianamente y que hacen a nuestras convicciones políticas. No quisiéramos ser un espacio de transacción de tiempo por dinero, como lo propone este mundo. Queremos inventar otra forma. Y en eso va nuestro desafío. Nuestro desafío político, de existencia, de vida. Preferimos juntarnos a hacer una minga para construir la casa de uno de los vecinos que integra el espacio que salir a gestionar dinero para poder hacerlo. Se trata de otra forma.
¿Hacen planificación de gastos de manera anual? ¿Garantizan los recursos de esa planificación o dependiendo del recurso que entra van resolviendo? Respecto del dinero mínimo necesario para garantizar la salida al aire de la radio.
Ambas cosas. Va fluctuando según los momentos y las características del colectivo. Hay momentos que hay personas que pueden garantizar más tiempo y a veces hay ausencias. Y entonces eso demanda unos tiempos que no tienen que ver con la existencia del proyecto cotidianamente. Lo que pasa es que una persona a que venia con una acumulación importante sobre un aspecto de la sostenibilidad, tiene que salir del colectivo, y viene otra persona. Y hay que reponer información. Lo que hacemos es sistematizar. Todos los gastos e ingresos, para compartir en el marco de las asambleas. Y para, a partir de esa circulación de información, construir los criterios más sólidos par avanzar. Tratamos de planificar, tenemos balances semestrales, por ejemplo. Vamos consultándonos colectivamente cada vez que hay que tomar una decisión económica. Conviven las dos formas, digamos. Hay momentos en los que se resuelve rápidamente alguna situación económica y eso permite una inversión que de otra manera no hubiera podido ser pensada. O ante un gasto extra, que no estaba contemplado y tal vez no hay un dinero generado exclusivamente para inversiones. Y hay que salir a generarlo por alguna actividad extra. Y así van conviviendo los dos mecanismos.
Proyectos de cooperación internacional, ¿han ejecutado? ¿Han presentado?
Hace algunos años con mayor fuerza. Porque también había un equipo conformado con personas con conocimientos acumulados en ese sentido, y que pulsaban más esas líneas. En su momento funcionaron, sobre todo para proyectos que de otra manera no podríamos sostener: como por ejemplo fundar la red de radios campesinas. No tiene que ver con este proyecto sino con crear nuevos proyectos en lugares donde eran muy necesarios y con articulación en red. Gestionábamos para poder fundar una radio en un paraje rural pero eso no tenía impacto directo sobre sostener este proyecto.
¿Cómo ves o cuál es la relación de Alas con el mercado? ¿Se sienten afuera o adentro? ¿Hay un mercado alternativo? ¿Es en el ámbito de la economía social?
Participamos, estamos relacionados directamente, somos un actor esencial en los proyectos de la economía social y solidaria, y también de la economía informal. Lo que sucede es que llega un mensaje a Alas de alguien que vende una cortadora de pasto y la quiere permutar por un caballo, y eso se lee al aire sin ningún tipo de costo. O llama un vecino al que se le prendió fuego la casa y necesita recursos para seguir con su vida. Eso tiene que ver con la circulación de los bienes, de alguna manera.
Y al mismo tiempo, también estamos en directa relación con los proyectos de la economía social y solidaria que tienen que ver con una dimensión del mercadeo: con poder promocionar que una persona tiene tomates y que los tiene disponibles para la venta o el intercambio.
Estamos directamente sumergidos, somos actores activos de ese tipo de economía. Y al mismo tiempo también tenemos gastos de comprar una computadora, para que funcione este proyecto. Entonces también estamos relacionados con el mercado formal por así decirlo. Nos resulta menos legítimo, por sus lógicas y dimensiones, pero del cual también en algunos aspectos dependemos.
Por eso también nuestra forma de sostenibilidad es tan variada. Tiene que ver con la voluntad pero también con cómo hacer para generar el dinero necesario para, por ejemplo, pagar la luz. Estamos insertos en las dos lógicas, pulsando y activando más la que nos parece más solidaria, equilibrada y equitativa, y además más pertinente al contexto. Por ejemplo: tratar de consumir productos de la región y que el dinero circule en la región, en lugar de hacer lo que promueven las políticas económicas de este momento, que es cruzar la cordillera e ir a Chile a comprar todo a mitad de precio, destruyendo la producción local.
En la historia de Alas, ¿qué lugar ocupó el financiamiento, lo económico? ¿Es algo que surgió a la hora de lanzar el proyecto? Y lo mismo pensando en cada proyecto que encarar: ¿es una pregunta que surge antes o se lanzan apoyados en otras sostenibilidades porque saben que de algún modo, en algún momento, se financian? ¿Cómo es esa jerarquía?
Este proyecto no empezó como asociación civil sin fines de lucro. Fue una iniciativa de un grupo de amigos que, corridos de Radio Nacional por las políticas prohibicionistas, decidieron crear su propia radio armando un transmisor. Armaron un transmisor y empezaron a transmitir la primera FM de este pueblo. Después seguro que fue una situación más de correr riesgos que de pensar la dimensión económica, que de todas maneras seguramente estuvo dando vueltas en las cabezas de esos fundadores. Y con el correr de los años, se fue transformando directamente en un proyecto comunitario, alternativo, popular, apropiado por la comunidad, utilizado y sostenido por la comunidad. Este proyecto habla de radioparticipantes y no de oyentes. Porque se constituye de esa manera, tanto en el nivel económico de sostenibilidad como en la gestión de su programación. Todos los días a la mañana, la agenda periodística se constituye a partir de la participación activa. Un vecino llama y avisa que está viendo que pasan el cable del interconectado de Joe Lewis por la puerta de su casa, y ahí sale el móvil. De esa forma se constituye diariamente la programación.
En lo económico pasa un poco lo mismo: creo que la participación activa de la comunidad fue prefigurando y configurando la dimensión económica. Y le fue buscando formas también.
Pasando un poco en limpio los aportes de la radio… están los de grupos que van a hacer programas, el SUM que también genera un ingreso, publicidades, eventos, recitales, fiestas… También están en campaña para comprar la casa, con el crowdfunding, los aportes personales y en un momento tuvieron el Club de Radioparticipantes. En el pasado tuvieron también pauta oficial y cooperación internacional. Han tenido un FOMECA, como subsidio público. Y todo sostenido por el trabajo voluntario de los miembros de la asociación que es un aporte que permite que siga funcionando la radio. También venta de productos, de la tierra o de la economía solidaria, como también remeras de la radio. ¿Falta algo?
No, y de hecho ese último punto creemos que es el esencial. Tiene que ver con los aportes que tienen directa relación con las características de esta comunidad. Ahí es donde hacemos el principal eje. En frente de la plaza de FM Alas hay una pequeña huerta. Eso es parte de las características de este lugar y ahí es donde tiene mucho que ver la relación de esta emisora con el entorno.
¿Cómo se mecaniza concretamente? Muchas veces allegados donan productos… ¿también existe que miembros de la radio, con sus emprendimientos, donen su dinero, generado por el emprendimiento?
No, puede llegar a darse pero no es lo habitual. Lo más habitual es que donen lo producido, que lo aporten o que lo intercambien incluso a veces. Lo que en realidad hacen es: vienen y cotidianamente usan el proyecto. Lo usan para diferentes situaciones que hacen también a su vida cotidiana y a su forma de producir. Entonces un día sienten que es necesario un aporte para ese micrófono que están usando, y así es como sucede. En ese marco de “informalidad y voluntariado”.
¿Es un ingreso el tema de servicios que pueda brindar la radio? Como grabar una locución o hacer una producción por encargo, tipo productora de contenidos… Y por otro lado, ¿dan talleres de capacitación, que permitan un ingreso para la radio?
Sí, talleres hemos hecho y lo que se hace es: un porcentaje va para la persona que da el taller y el resto para el lugar. Y en algunos casos la persona que da el taller lo hace de manera voluntaria y hay un ingreso más.
Y, como productora de contenidos, hemos participado de concursos, en algún momento ganamos algún premio. Pero no se utiliza como una forma productiva.
Haciendo otro repaso… En lo que tiene que ver con la audiencia, usan el espacio, tienen la posibilidad de acercar lo que producen, hacen aportes voluntarios, la radio tiene una relación importante con la comunidad… ¿qué otro tipo de relaciones tienen con la audiencia de El Bolsón?
Básicamente esas. También muchos de los que integramos el proyecto somos la audiencia de este proyecto, por las características que tiene. Es un poco difícil disociar. Obviamente hay más gente que escucha que la que hace cotidianamente el proyecto pero es un poco difícil de disociar el adentro y el afuera. Imagínense que el programa de la mañana, que es el principal programa periodístico de la radio, se llama La Minga de Alas, y es una minga en sentido estricto: todos los días conduce una persona diferente, participan activamente distintas personas de la producción, en los móviles, etc. Y se constituye como una minga de radioparticpantes. Un espacio de construcción no con tierra si no con aire.